El cerdo está que arde en Almería. El crecimiento en solicitudes de nuevas granjas porcinas o ampliaciones de las ya existentes en la provincia no se ha detenido desde principios de año y va unido a una mayor sensibilidad vecinal sobre este tipo de explotaciones, que, como otras actividades económicas, son fuente de controversia.
Almería es, desde hace décadas, una de las principales zonas productoras de carne de cerdo blanco de Andalucía con 500.000 cabezas, junto a la zona de Antequera y Campillo y Sevilla. Se trata de una producción muy localizada en zonas concretas como las de Huércal-Overa, Pulpí, Albox, Los Vélez, Tabernas y Níjar principalmente, dedicadas sobre todo al cebo (engorde) y en menor medida a la reproducción. La clave de esta burbuja de nuevas peticiones de explotación durante los últimos meses hay que buscarla en la cotización de la carne en origen que se está pagando a 1,45 euros el kilo en vivo.
José Haro, un experimentado ganadero de Pulpí y directivo de la Agrupación de Defensa Sanitaria de Huércal-Overa aclara que “este precio es muy bueno, pero en cuestión de semanas, la cotización baja otra vez y hay que tener en cuenta que por debajo de 1,10 euros el kilo esta actividad no es rentable”. Un cerdo pesa una media de 115 kilos en verano y unos veinte kilos más en invierno. Esta óptima cotización de la carne porcina almeriense se explica, en parte, por la bajada generalizada de producción de lechones y una mayor mortalidad porque cada vez está más restringido el uso de medicamentos con antibióticos. Casi toda la carne porcina de Almería se lleva a mataderos de Murcia y Málaga y se vende a grandes empresas como El Pozo. La demanda de carne congelada para la exportación también ha crecido porque la peste porcina africana ha diezmado la producción en Europa del Este y en China. Hay proyectos de nuevas explotaciones y ampliaciones en el Paraje del Campillo de Vélez Rubio, con 1.040 nuevas cabezas a cargo del promotor Daniel García Varela. Otra granja, con polémica incluida, se está tramitando en Tabernas, donde la coordinadora de IU, María Jesús Amate, ha advertido de “los riegos para la salud pública por su impacto sobre los acuíferos”.
En Huércal-Overa hay también proyectos en marcha: uno de ellos en el paraje de El Saltador, en el paraje Lomas de García y otro, con una capacidad para 1.400 animales en Los Menas, que también ha recibido críticas ciudadanas por los malos olores de los purines con manifestaciones y la constitución de la plataforma ‘Stop macrogranjas en Huércal-Overa’. En Cuevas, el Ayuntamiento ha suspendido nuevas licencias.
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