Los empresarios almerienses se niegan a caer en el victimismo que suele llevar aparejado el cambio de escenario que está imponiendo el cambio climático. El presidente de Asempal, José Cano, apelaba a la responsabilidad del colectivo para “actuar y movilizarnos de forma inmediata porque la cuestión no es cómo nos afectará sino que ya nos está afectando”.
El discurso que se abre paso entre la clase empresarial almeriense tiende a establecer la idea de que la provincia dispone de argumentos, conocimientos y experiencia para convertirse en punta de lanza en esa batalla contra el cambio climático “porque hemos crecido y nos hemos desarrollado en un escenario de escasez de recursos, en un clima duro, y hemos sabido salir adelante”.
Las iniciativas
Pero ya no se trata de declaraciones de intenciones sino que muchas empresas de la provincia están aplicándose en la búsqueda de modelos más sostenibles que permitan reducir el impacto ambiental, reducir las emisiones o disminuir la huella de carbono para conseguir el objetivo global de frenar el cambio climático hasta donde sea posible.
Una de las grandes corporaciones de la provincia como es el Grupo Cosentino anunciaba este mes de diciembre su adhesión a la “Declaración de Emergencia Climática” para el sector de la edificación, siendo además uno de los patrocinadores del ‘Observatorio 2030’ promovido por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.
Santiago Alfonso, vicepresidente de Márketing y Comunicación de Cosentino, afirmaba que el compromiso de la empresa con esta iniciativa es total y suponen una apuesta real y con acciones concretas hacia la sostenibilidad, la gestión eficiente de los recursos y la transición energética”.
Las entidades
Caso destacado dentro del sector financiero español es el del Grupo Cooperativo Cajamar que, entre otras acciones, se ha sumado a los ‘Principios de Banca Responsable’ impulsado por Naciones Unidas, siendo una de las primeras entidades españolas en formar parte de este programa.
La caja rural almeriense ha desarrollado en los últimos años una intensa actividad, dentro de su Sistema Ético de Gestión, entre ellos el lanzamiento de las hipotecas verdes, que bonifican la eficiencia energética de las viviendas, la puesta en marcha de la Incubadora Tecnológica para empresas del agua, o la inclusión de cláusulas de garantía ambiental en la concesión de crédito para las inversiones.
Conocimiento
Las líneas hacia la sostenibilidad están siendo asumidas por un alto número de empresas que operan en la provincia, como son los casos de Koppert, de Smurfit Kappa (envases y embalajes biodegradables), Endesa y sus planes de emisiones cero y numerosas empresas del sector agrario.
Junto a ellas, los centros de investigación, públicos y privados, suman experiencias encaminadas a una mayor productividad con un menor consumo de recursos como el agua, el suelo o la energía. Son los casos de centros como el IFAPA, la Fundación Tecnova o la Estación Experimental de Las Palmerillas, donde se desarrollan los sistemas de cultivo para el futuro.
La confederación empresarial Asempal lo tiene claro, desde la experiencia y el conocimiento aún podemos convertir la lucha contra el cambio climático en una oportunidad para Almería”.
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