Cuarenta barcos podrán faenar en la reserva del Cabo de Gata

Cuarenta embarcaciones de artes menores y cerco han obtenido licencia para pescar en la reserva marina de Cabo de Gata-Nijar. La autorización, concedida por la Secretaría General de Pesca, es válida para faenar dos años, desde el 1 de enero de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2021. 

La actualización de este censo pesquero en aguas privilegiadas de hasta una milla náutica, supone incrementar en diez embarcaciones el anterior de 2017. 

La reserva marina se encuentra al pie de la Sierra de Cabo de Gata y se extiende frente a una franja costera de más de 45 kilómetros entre Carbonera al Norte y la punta de Cabo de Gata al Sur. La superficie total protegida alcanza las 12.200  hectáreas, siendo la extensión de la reserva marina de 4.613 hectáreas, donde pueden faenar estas embarcaciones de forma excepcional.

Los artes menores permitidos en esta reserva son el trasmallo, con el que se captura sobre todo el salmonete y la jibia a partir de enero. Las nasas, con las que se captura el pulpo y el palangre  con la que se pescan especies de roca muy cotizadas como la gallineta, el mero, el pargo o la brótola.

Las embarcaciones de cerco pueden utilizar la traíña para la pesca de jurel, boquerón, caballa y sardina, pero no les está permitida la utilización del bote de la luz o chinchorro con el que atraen los bancos de peces durante la noche. En total son 28 las embarcaciones de artes menores distribuidas entre los puertos de Almería y Carboneras y 12 las de cerco, también con puertos base en Almería y Carboneras. Los barcos pueden perder su licencia para pescar en el ámbito de la reserva marina si no ejercen su actividad en esas aguas en el periodo de un año sin causa justificada. 

La Asociación de Pescadores Artesanales del Cabo de Gata (Pescartes), piden a la Administración que vele porque se cumplan estas condiciones y que los barcos del censo realmente tengan base en un puerto de la provincia y no en otras comunidades. 

Pescartes también solicita que se les amplíe el horario de pesca al fin de semana, con carácter excepcional, como se ha autorizado en Galicia para las artes menores, “puesto que son muchos los días que se pierden por el mal tiempo”, señala su presidente Luis Rodríguez. En la actualidad, los barcos del Cabo pueden pescar 16 horas al día, desde las 3 y media de la mañana a las siete de la tarde, de lunes a viernes.

De los 40 barcos autorizados, solo ocho pertenecen a barcos nativos de la zona, que suelen fondear en La Isleta  o en San Miguel, mediante un ‘muerto’, que es una especie de agarradero de hierro o cemento con una boya. En caso de mal tiempo se refugian en el Puerto Deportivo de San José.

Una breca al horno, un salmonete frito o un pargo freso a la espalda de los cantos del Cabo de Gata, pueden ser el mejor reclamo turístico para Almería. Por eso, los pescadores de San Miguel, de la Isleta, de Aguamarga o de San José -los pocos que quedan- a través de la Asociación Pescartes llevan años intentando poner en valor ese género genuino y toda esa cultura de la pesca artesanal,  ese estilo de vida, cada vez más en declive, en el que se ganan el jornal con el  trasmallo, las nasas, las bonitoleras, aparejos y pequeños barcos con los que faenan entre las rocas de El Cabo donde se calan los anzuelos y las redes.

Reclamo turístico

El pescado fresco tiene tanta fuerza como reclamo turístico como una buena oferta de apartamentos con ventanas soleadas o como el mejor folleto en cuatricromía. Sin el complemento de la gastronomía no llegaría turismo de calidad a las costas almerienses, dispuesto a aflojar la cartera propiciando empleo e ingresos a la población local. 

Sin producto fresco del mar, la carta de bares y restaurantes de la provincia no tiraría, como tira en los meses vacacionales por la calidad de esas especies.