Todos los proveedores de Cajamar tendrán que ser sostenibles

Por tercer año consecutivo, el Grupo Cooperativo Cajamar ofrece un programa de formación a sus proveedores sobre los Diez Principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas. El objetivo de este programa de responsabilidad social es sensibilizar y concienciar a sus proveedores sobre la necesidad de adoptar, apoyar y promulgar estos principios básicos relacionados con el respeto a los derechos humanos, las normas laborales, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción, ofreciendo formación, ejemplos y buenas prácticas de modo que, en adelante, ellos mismos gestionen su propia cadena de valor con criterios de sostenibilidad.

Además, en la presente edición, como novedad, se ha ampliado la formación para resaltar el compromiso del Grupo Cajamar con la igualdad de derechos y oportunidades y la no discriminación. 

La banca cooperativa Cajamar fomenta con sus proveedores una relación basada en el respeto, la honestidad, la transparencia y el beneficio mutuo ofreciendo una corresponsabilidad económico-financiera, social y medioambiental. Y con esta iniciativa contribuye a garantizar el cumplimiento en el seno de su organización de los objetivos de sostenibilidad y de responsabilidad implícitos en los Diez Principios del Pacto Mundial y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con los que está comprometida.

Compromisos
En esta tercera edición participarán 50 proveedores, que se sumarán a los más de 90 profesionales que se formaron en los dos últimos años. La política de sostenibilidad y compromiso social emprendida por la caja rural almeriense se ha hecho patente con decisiones como sumarse a los Principios de la Banca Responsable de Naciones Unidas, su ingreso en el Clúster del Cambio Climático o en la Comunidad por el Clima, que pretende movilizar a toda la sociedad ante este grave problema planetario.

A esos compromisos suma actividades del día a día, entre ellas que el 100% de la energía que consumen sus centros sea renovable, la compensación de sus emisiones de CO2 con plantaciones de árboles en la selva amazónica o la creación de productos como las hipotecas verdes o el renting para vehículos eléctricos.

Una política ambiental y social con la que asume compromisos como no financiar inversiones que supongan un impacto ambiental, el uso de energía nuclear, la fabricación de armamento o a empresas de paraísos fiscales o vinculadas con la pornografía o la prostitución, entre otras.