La provincia de Almería, donde las ventas de vehículos rondan el millar cada mes, cerrará abril con una cifra testimonial que no llegará a las cien matriculaciones, casi todas ellas comprometidas antes de la crisis sanitaria.
La situación de este sector, como en tantos otros sectores, ha hecho saltar las alarmas ante la caída brutal del negocio por encima del 90%. La patronal nacional Faconauto, se ha unido a los fabricantes de Anfac y a la de componentes de Sernauto se han reunido de urgencia para abordar la catástrofe y pedir al Gobierno un Plan de Medidas de Estímulos en cuanto acabe el Estado de Alarma.
A nivel provincial, el presidente de Asempal Automoción, Francisco Alonso, que agrupa a medio centenar de empresas sumando concesionarios y talleres, ha evidenciado su preocupación por la situación y por el empleo. “Hemos pedido de forma conjunta a los ayuntamientos donde tenemos actividad que se nos aplacen impuestos municipales para poder mantenernos”, señala Alonso. En diez municipios de la provincia, principalmente Huércal de Almería y Roquetas, se localizan el 80% de los concesionarios. Los concesionarios mantienen una ligera actividad a través de sus talleres de mantenimiento y reparación, pero las oficinas de ventas están cerradas desde hace un mes.
La actividad ahora es meramente informativa a través de la comunicación online. Argumenta Alonso que “lo que esperamos es que podamos volver pronto a la actividad, aunque ahora lo prioritario es la salud pública. Tenemos la esperanza de que como somos un sector que no requiere aglomeraciones, podamos recuperar antes nuestro trabajo de ventas”.
Al sector están adscritos desde pequeñas empresas hasta firmas de mayor tamaño. Algunas han tenido que presentar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) a la espera de recuperar la actividad.
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