La desescalada en la que España se encuentra sumida continúa avanzando y, con la provincia de Almería en fase 3, se van volviendo más permisivas algunas restricciones que permiten que la nueva normalidad sea más llevadera. Una de ellas es la que atañe a las terrazas y bares.
El paso a esta nueva fase trajo consigo la publicación en el Boletín Oficial del Estado de varias medidas que afectaban a este sector. Entre ellas, brillaban dos por encima de otras: la reapertura de las barras para el público y el incremento del aforo de las terrazas, pasando del 50% permitido antes al 75% actual.
Seguridad
Como es lógico, estas nuevas pautas van acompañadas de una letra pequeña que no se puede pasar por alto. Para garantizar la seguridad de comensales y trabajadores, las mesas deberán mantener una distancia de seguridad de dos metros entre sí. Si este requisito no se puede cumplir, la terraza y el interior de los establecimientos deberán tener menos mesas hasta que se den estas condiciones.
Además, el número de personas que se puede sentar juntas en una misma mesa ha aumentado hasta las 20, frente a las 10 o las 15 de las anteriores fases, lo cual permitirá optimizar espacio a los establecimientos.
Desinfección
Un aspecto que no se mueve hasta la fecha es el protocolo de higiene y desinfección del mobiliario y cualquier superficie de contacto. Siguen prohibidas las cartas o todos los artilugios de uso compartido y se prioriza el pago con tarjeta.
Las comunidades autónomas tienen cierto margen de maniobra dentro de estas restricciones y, por ejemplo, Andalucía ha decidido suprimir por el momento la apertura de pubs y discotecas al público. Sin embargo, las terrazas de los bares sí están funcionando a pleno rendimiento dentro de sus posibilidades, del mismo modo que ha aumentado el cupo de personas que puede haber en el interior de los establecimientos hasta los dos tercios.
La provincia
En Almería, como no podía ser de otra manera, la respuesta del público ha sido inmejorable y el sector hostelero, aunque renqueante tras este parón, empieza a recuperarse poco a poco.
Las terrazas de la provincia se van llenando y muchos, incluso, confían en que estos próximos fines de semana, primeros en los que se puede viajar entre provincias andaluzas, traigan un repunte de turistas y, por consiguiente, de clientes hasta sus establecimientos.
Así, Restaurante Neptuno Mojácar ya presenta su entorno idílico a sus comensales; Churrería El Sevillano y María Hija ofrece los mejores desayunos de Almería; Restaurante Casco Antiguo espera a los almerienses en pleno centro de la capital; Bistro Grand Père es modernidad y calidad; Café Bar Barea ofrece un trato cercano y familiar; y Bar La Salada se enorgullece del producto que le llega del Mar Mediterráneo.
Es la nueva normalidad, un panorama en el que la amenaza de un rebrote sigue al acecho y, por tanto, nadie debe confiarse. Sin embargo, si se respetan las medidas de seguridad e higiene y se actúa de forma responsable, este verano será diferente, sí, pero se hará llevadero.
Las terrazas de Almería han vuelto a poblarse y, con ellas, se ha llenado de vida otra vez una provincia que se merece disfrutar.
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