Pimiento, calabacín y berenjena ocupan el trono del tomate

Por primera vez Marruecos exporta más tomate que Almería

El presidente, Juan Antonio González, en la presentación del balance
El presidente, Juan Antonio González, en la presentación del balance La Voz
Antonio Fernández
22:39 • 23 jul. 2020

Analizar los resultados de la campaña 2019/2020 para el sector hortofrutícola almeriense supone embarcarse en una especie de tobogán o una montaña rusa de incontables revueltas. Comenzó con precios ruinosos que motivaron las protestas de octubre a diciembre, se recuperaron en los primeros compases del nuevo año y luego llegó el coronavirus...



La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal) se presentaba ayer ante los medios para hacer un primer balance de esta campaña que el presidente, Juan Antonio González calificó como “rara y atípica” por las circunstancias pero satisfactoria por la enorme respuesta que ha dado el sector a una situación tan inusual.



Los titulares
De su comparecencia y la del gerente de la asociación, Luis Miguel Fernández, cabe resaltar algunos de los comentarios, cualquier de ellos susceptible de convertirse en un titular en los periódicos: el primero de ellos que el tomate pierde su supremacía histórica y el pimiento recoge el testigo.



El segundo que Marruecos, el ‘ogro’ de la última década para el campo almeriense, ha superado por primera vez en la historia las exportaciones de tomate de Almería y, además, amenaza con abrir aún más brecha en los próximos años amparado en su capacidad de producción, y sobre todo de producir con unos costes mucho más bajos que Almería.



La ‘okupación’
Pero es que además los marroquíes y algún otro país no comunitario, como Turquía, están ‘jugando a la contra’ y en ese contraataque están ocupando mercados en los que Almería estaba presente. Es el caso de Rusia, donde ambos países tienen un mercado que antes monopolizaban los almerienses, o más recientemente el Reino Unido, que avanza hacia el brexit y aún no se sabe a ciencia cierta en qué condiciones quedarán los envíos de hortalizas almerienses, pero los marroquíes ya tienen un acuerdo bilateral.



Hoja de ruta
Entre tanto sobresalto, el balance de la campaña no puede ser más que positivo ya que el campo almeriense ha mantenido el tipo en momentos tan difíciles como los actuales, sin dejar de suministrar a sus clientes y mercados tradicionales en ningún momento, motivo de legítimo ‘orgullo’ para Juan Antonio González, que daba las gracias al conjunto de productores y empresas agrarias por tamaño esfuerzo y el compromiso que supone.



Ese ‘mantener el tipo’ insufla optimismo a los representantes del sector, pero aún así ayer hablaban de varias ‘incertidumbres que salen al paso, entre ellas la Ley de la Cadena Alimentaria, el aumento de los costes laborales, la reducción de márgenes o la defensa de la reputación del sector frente a “ataques injustos" que periódicamente reaparecen en los mercados.



Mirando el mercado
Y junto a estas incertidumbres, otras derivadas del contexto internacional, como la inseguridad que provoca el brexit, la competencia desleal de terceros países o la “sostenibilidad económica, social y ambiental de nuestras empresas y de nuestro modelo de negocio”, argumentaba el gerente de Coexphal.


En términos generales, los resultados difieren poco de los obtenidos un año antes: la producción comercializada cae un 2% y los precios aumentan en ese mismo porcentaje.  Por ello, los ingresos se mantienen estables.


Precios y costes
El coste corriente sube un 2%: la caída de los precios de los insumos derivados del petróleo fue difuminada por el incremento de la mano de obra. Como resultado, el margen corriente muestra una reducción idéntica a la subida del coste. Esta campaña puede considerarse de transición hacia un periodo de fuertes incógnitas. Está por ver cómo la continuación del COVID, o la crisis económica, pueden afectar al sector hortofrutícola”.


Sin embargo, al comparar esta campaña con la media de las cinco anteriores, los precios caen un 1%, la comercialización crece un 2% y, por tanto, los ingresos aumentan un 1%. Llama la atención que, en este caso, sí se aprecia un deterioro del margen del 15%.


El tomate se convierte en la gran preocupación; su producción cae un 8% respecto al año pasado y un 14% en los 5 últimos años, lastrado por la competencia exterior y por el mayor coste de mano de obra. Los ingresos cayeron un 16% y el margen en casi el 30%. Destronado el viejo rey del campo almeriense, es sucedido en el trono por el pimiento que cumple diez años de constante crecimiento.


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