La posible integración de CaixaBank y Bankia en una sola firma también tendrá efectos en el mercado financiero almeriense. La nueva entidad se posicionaría como la segunda de la provincia por activos y número de oficinas, solo superada, a distancia, por Cajamar.
La fusión de la antigua Caixa -ahora con sede en Valencia- con la vieja Caja Madrid- controlada por el Estado- hará que el banco resultante disponga en Almería de 62 oficinas y superaría a Unicaja Banco que cuenta con 59 oficinas, con los datos del último ejercicio, y al Santander que tiene una red que oscila en torno al medio centenar de sucursales. Cajamar es líder en la provincia desde hace décadas, ahora con 111 oficinas en la provincia y una cuota de negocio en depósitos financieros próxima al 50% del mercado urcitano. Más alejado queda el BBVA que mantiene en Almería una cifra que ronda las 25 sucursales.
De la red de oficinas resultantes de la nueva entidad, CaixaBank aportaría 44 oficinas y Bankia 18. La entidad cuyo principal accionista es la Fundación La Caixa, presidida por Isidro Fainé, está no obstante en un proceso de ERE en toda su red que en Almería se anunció que afectaría a ocho oficinas y 24 empleados. La mayoría de los analistas valoraban ayer, al darse a conocer los movimientos para esta unión financiera, que tendrá un carácter positivo para que el sistema financiero español gane en solidez y no sufra mermas de rentabilidad ante el horizonte de morosidad y de baja actividad económica que está produciendo la pandemia.
No obstante, es previsible que la entidad resultante acelere el proceso de prejubilaciones y bajas negociadas con los representantes de los trabajadores para adaptar la plantilla a la nueva entidad. Los sindicatos han recibido con cautela la noticia de este inicio del proceso de fusión en el que las entidades ya se han intercambiado los libros de cuentas para su estudio.
A nivel local, la secretaria general de UGT, Carmen Vidal, considera que “habrá que estar expectantes para que no se lesionen los intereses de los trabajadores almerienses”. En la provincia, más de 200 empleados de banca podrían estar afectados por esta iniciativa de concentración empresarial que, de hecho, será una absorción por parte de CaixaBank de Bankia.
Almería, un acordeón de oficinas financieras
No hay ningún otro negocio en la provincia -quizá las tiendas de abrigos de pana, por el cambio climático- que haya cerrado en la última década tantos locales como los bancos y las cajas. Lo avala la contundencia de los datos del último Boletín del Banco de España: Almería contaba en 2008 – en esos años de vino y rosas, instantes antes del estallido de la burbuja inmobiliaria y todo lo que ese viento arrastró después- con la cifra récord de 806 sucursales financieras, de las que quedan con vida 370 al cierre de 2019, las mismas que daban servicio en la provincia en 1985. Es decir, más de 400 oficinas menos, lo que se traduce en un descenso de 53 puntos porcentuales, que encarama a Almería en el top five, de las provincias españolas con mayor jibarización bancaria por habitante.
La desaparición de decenas de entidades por la crisis financiera -en Almería llegaron a abrir exóticas cabeceras como el Banco Guipuzcoano o Caixa Galicia- la oleada de fusiones y adquisiciones y sobre todo la digitalización del sector y la necesidad de reducir costes han provocado este ajuste de acordeón en la red de sucursales urcitanas.
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