La okra se abre paso en el Cabo de Gata

Juan Garrido, uno de los agricultores más experimentados del Cabo de Gata, se ha atrevido con una nueva variedad a caballo entre la hortaliza y la fruta denominada okra. Se trata de un cultivo originario de África y muy consumido en Latinoamérica que ya ha verdeado en el campo almeriense. 

Son en torno a cuatro hectáreas las que ha sembrado Garrido y ya ha empezado a recoger sus primeros frutos. “Se trata de un vegetal que puede ser muy interesante para esta tierra y del que se pueden recoger hasta dos cosechas en invernadero y al aire libre”, informa uno de los pioneros de esta planta en Almería. 

El color principal del fruto es un tono entre verde y verde oscuro. La forma de la okra puede ser corta y achatada o larga y delgada, con un tamaño promedio de 10 a 25 centímetros. Es un cultivo,parecido al pimiento, que necesita mucho calor y se viene abajo con el frío.

Garrido señala que ya ha vendido algunas partidas en España y Francia. Se suele comer cocida y aliñada con limón o también como guarnición y cotiza en torno a dos y tres euros el kilo.

En la mayoría de las variedades la recolección se puede iniciar a los 55 y 60 días después de la siembra. Juan Garrido ya ha experimentado a lo largo de su experiencia como agricultor con otras variedades pioneras como el denominado tomate raf chocolate.

También cultiva okra la empresa Naturinda con base en La Mojonera, junto a otros cultivos tropicales como la papaya.

 La okra es también apreciada por sus características para usos terapéuticos. El líquido mucilaginoso que desprende la vaina de la okra es muy apreciado para la regeneración de la flora intestinal. Lo suelen utilizar personas con problemas de diabetes, gástricos, faringitis y estreñimiento.

Es un producto desconocido para la mayoría de los consumidores, salvo para las personas originarias de países de África y de Latinoamérica. 

La producción mundial es de unos cinco millones de toneladas. A nivel internacional se suelen comercializar en fresco y congeladas.

De momento, en Almería se trata de un cultivo experimental, en terrenos de agricultores que se atreven con nuevas variedades de vegetales, como es el caso de Juan Garrido.