Las viejas naves del Puerto pesquero de Almería, esas que acumulan herrumbre después de muchos años sin tener utilidad junto a la dársena, van a ser demolidas en breve para darle un aire más aseado a toda esa zona.
La Autoridad Portuaria ha sacado ya a licitación la ejecución de la primera fase del proyecto de remodelación de ese espacio con un presupuesto de 766.527 euros y un plazo de ejecución de seis meses, cuyo plazo de presentación de ofertas finaliza el próximo lunes.
Con este proyecto se acometerá la modernización de todo ese espacio privilegiado y primigenio de la ciudad que está en una situación precaria de conservación y se acometerá la urbanización del entorno.
El proyecto, además de la demolición y triturado de las viejas edificaciones, incluye la construcción de varias explanadas (unas en tierra y otras con acabado de pavimento bituminoso), el desvío de todos los servicios afectados por las obras, la iluminación de la explanada pavimentada, el desmontaje de los edificios y estructuras metálicas existentes, la adecuación de las fachadas de dos barracones de pescadores, así como la modificación de la actual vía de servicio, la creación de un cierre perimetral de alta seguridad y la instalación de cámaras de vigilancia.
Todas estas actuaciones de adecentamiento se llevan a cabo además muy cerca del nuevo pantalán que se ha construido para las embarcaciones de artes menores a poniente del fondeadero principal para la flota de arrastre y cerco. La adecuación previa de todo este espacio de ribera es clave para el Master Plan del Puerto Ciudad, cuyo documento ha sido dado ya a conocer a los interlocutores económicos y sociales de la capital.
Para este espacio se reclama una rehabilitación global, disponiendo de la ocasión de crear una concesión unitaria tierra-agua.
Las alternativas, según el proyecto, pasan por una dotación de alta calidad arropada por un complejo terciario, lúdico, comercial, deportivo y de ocio.
El informe advierte también de la oportunidad de que el desarrollo del proyecto Puerto-Ciudad puede suponer para acabar con la marginalidad y la desconexión del barrio de Pescadería-La Chanca.
Consolidado el Puerto exterior y su conexión a la A7 se liberaría la franja que hoy separa el casco histórico de la zona portuaria.
Almería menos marinera
La Autoridad Portuaria aún no se ha pronunciado sobre el futuro del único astillero que sobrevive en la vieja Bayyana, uno de los oficios ancestrales de esta rada que viene del tiempo de las antiguas atarazanas árabes que estaban ubicadas en la calle del mismo nombre. Poco a poco y sin saber muy bien por qué Almería ha ido perdiendo sello marinero con la desaparición de actividades como la del Varadero donde trabajaban varios calafates. También desapareció por falta de rentabilidad la actividad de la fábrica del hielo y van en retroceso los efectos navales, cordelerías y reparación de motores.
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