Vecinos de Las Marinas llevan el yeso de Garrucha al Defensor del Pueblo

La Asociación de Vecinos de Las Marinas Vera-Garrucha ha enviado un escrito al Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, en el que alerta de “posible infracción de normas de seguridad y medio ambiente contra personas en la actividad de carga del Puerto de Garrucha que podrían dar origen a daños contra la salud”. 

Los vecinos detallan en la carta “el problema que genera el polvo de yeso en suspensión en toda la zona y que es visible en cualquier terraza o acera sobre todo si coincide con días de viento de poniente  o de levante”. Consideran los vecinos en su misiva que “esto es así porque las medidas correctoras de impacto ambiental que se aprobaron en el proyecto de ampliación se encuentran desfasada, ni si quiera se cumplen o se cumplen mal”.

Enumera la asociación, en su informe dirigido a la institución andaluza, que la reducción de velocidad de circulación de los vehículos en la zona de actuación de veinte kilómetros se incumple sistemáticamente; que los horarios de paso de los camiones de 7 a 20 no se cumple y se rebasan esos horarios; que la retirada de los muelles del material formado por acumulación de polvo no se hace; que la revegetación de terrenos afectados por la retención de polvos no existe; que la coraza de cierre superior de y lateral de la tolva de carga de yeso no se hace porque ralentiza el proceso de carga y se suprime la medida ambiental para favorecer la rentabilidad de la producción; que cubrir o entubar las cintas transportadoras del yeso para la carga no se hace; que se riega por aspersión parcialmente; que las pantallas protectoras contra el viento, como las instaladas en el Puerto de Almería, no existen; que la delimitación de una zona de seguridad entre el borde del muelle y acopio de yesos para evitar el vertido al mar no existe;  que no existe adquisición de sonómetros y mediciones periódicas de ruidos.

Añade el colectivo vecinal en su escrito que “la carga de yeso en el Puerto de Garrucha es una actividad minero industrial altamente contaminante, que debería estar sujeta a unas estrictas normas ambientales y no en la situación de precariedad en la que se encuentra”.

Y esgrimen los residentes en Las Marinas que “como consta en el Informe Ambiental del Puerto de Garrucha de 1996, que sirvió de base para la viabilidad de la ampliación del Puerto, no existe ni siquiera un plan de seguridad marítimo para el caso de vertidos”.

Sobre el control de polvo en suspensión, la propia Consejería tiene establecidos para el Puerto de Garrucha un Plan de Verificación a través de la instalación de tres captadores de partículas sedimentables donde se recogen las muestras mensualmente permitiéndose un valor máximo de 300 miligramos por metro cuadrado y día. Ello se complementa con otros tres captadores de partículas en suspensión con un valor máximo de 300 microgramos por metro cúbico. 

Ante eso, los miembros de la asociación esgrimen en su escrito que “es difícilmente entendible que el polvo sea limpiado por los vecinos  y no sea captado por los medidores de partículas y así se lleva arrastrando esta sospecha desde hace 25 años, de que se estén arrojando datos poco fiables”. 

El mayor puerto de carga de Andalucía
Garrucha exportó en 2020 más de siete millones de toneladas de mineral de yeso extraído de las canteras de Sorbas. Es el Muelle de carga más rentable de la Agencia Pública de Puerto de Andalucía (APPA), lo que supone un tráfico de casi mil camiones diarios, superando al de frutas y hortalizas en el Poniente almeriense.  Las canteras de Sorbas, concesionadas a Iberplaco y Torralba, son las mayores de Europa en yeso y hay reservas para varias décadas más. El volumen de su carga supera a los graneles de Almería y Carboneras juntos. En la actualidad está en estudio un nuevo proyecto de ampliación por parte de la Junta y se ha adjudicado ya un informe previo.