Carboneras inicia la cuenta atrás para neutralizar el cierre de la Térmica

Endesa, controlada por la italiana Enel, ha recibido 21  solicitudes de nuevos proyectos en el concurso internacional abierto para el aprovechamiento de los  casi 3000.000 metros de suelo que deje libres la Central Térmica de Carboneras tras su desmantelamiento.

No será de un día para otro esta transición, puesto que los trabajos pueden durar años antes de que se recupere el nivel de empleo anterior, aunque en las propias tareas de desmontaje tendrán preferencia los empleados de la Central Litoral. El varapalo fue duro para un municipio acostumbrado a esta fuente de ingresos estables: 300 familias entre contrataciones directas y subcontratas vivían de la Central.

Pero la nueva normativa de descarbonización hizo perder toda su competitividad a la planta carbonera, una de las más contaminantes del país, con una potencia instalada de 5.167 MW. Además, justo cuando se anunció el cierre, en septiembre de 2019, Endesa acababa de invertir 240 millones en adaptar la instalación a las nuevas exigencias ambientales.

Ahora se abre una nueva era para Endesa y para Carboneras en esos enormes terrenos con un puerto enfrente incluido en el lote. El número amplio de propuestas recibidas y su diversidad hace presagiar un futuro laboral óptimo para el municipio, respaldado con dinero europeo.

El Plan Futur-e Litoral ha recibido cinco proyectos empresariales relacionados con la economía circular, tres sobre acuicultura y otros sobre biocombustibles, turismo, logística y construcción, ha comunicado la empresa. Las propuestas elegidas en esta primera selección pasarán a la segunda fase del concurso en la que deberán completarse con un plan de negocio económico-financiero, un cronograma y una evaluación de sostenibilidad que abarque el impacto social, ocupacional y ambiental. Para su análisis Endesa cuenta con la colaboración de la Universidad de Almería . La fecha límite de presentación de estos proyectos será antes del 8 de octubre.

 Una mesa de evaluación conformada por la UAL, el Ayuntamiento de Carboneras, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Transición Ecológica y Endesa analizará la idoneidad de las ofertas presentadas, valorando su adecuación a las necesidades de la zona, su viabilidad empresarial y su capacidad para generar empleo. El proceso culminará con la selección de los proyectos válidos y la firma de los acuerdos con los promotores con un horizonte temporal de varios años.

Ese 'pueblesico'
Carboneras había cuadrado el círculo, lo que no había hecho ningún otro pueblo en la provincia: vivir de tres ases como la pesca, el turismo y la industria. Y así presentaba  sus credenciales como uno de los pueblos con más renta de Andalucía, según el INE.

Tiempos en los que mandaba un Cristóbal Fernández y en los que parece que ‘el pueblesico’ tenía un imán para atraer inversiones: cemento, energía, paneles, piscifactorías, desaladoras, hasta el hotel más grande de Andalucía ahora maldito, lo que fuese, que propiciaron que los emigrantes emprendieran el camino de vuelta a la tierra prometida desde principios de los 80.

Ahora, las reglas de juego han cambiado para todos los que miran a la Isla de San Andrés, con la pesca de atún y aguja en horas bajas, con el turismo contenido, con el Algarrobico varado tras el diluvio como un Arca de Noé. Es el momento crucial de que Carboneras amarre bien su futuro, ahora que está todo más sensible por el drama del cierre, antes de que todo se olvide, como se ha olvidado el cierre de la cementera de Gádor.