El auge del teletrabajo está cambiando no sólo los modelos de relación laboral, sino también la estructura de costes tanto para la empresa como para los trabajadores. A la hora de echar cuentas algunos de los aspectos pueden resultar beneficiosos para ambas partes, pero otros arrojan resultados que preocupan a los teletrabajadores.
Aunque la nueva normativa sobre el trabajo desde casa establece determinadas obligaciones de compensación, no todas las empresas están respondiendo de la misma manera.
Sube la factura
Uno de los capitulos en los que esta modalidad ha supuesto un sobrecoste para los trabajadores es en las facturas del domicilio. El gasto de teléfono y de internet (fibra óptica) ha crecido en un 193 por ciento, según un informe de empresa Pleo, startup fintech creada para simplificar la gestión de los gastos de los empleados, que se encarga de la gestión del teletrabajo en empresas de toda Europa.
La reducción de los costes de viajes y desplazamiento ha sido sustituida no sólo por los gastos de teléfono o de internet, sino por otros necesarios para estar conectados, como los equipos y dispositivos de sofware o informáticos, que han elevado el gasto (aumentado además por la compra de nuevos equipos) en torno al 42 por ciento desde que se decretara el estado de alarma. Del mismo modo crece el gasto familiar en materiales de oficina en torno al 74 por ciento.
Ahorro en desplazamientos
Según estudios realizados por empresas de trabajo como Infojobs el mayor ‘ahorro’ aportado por el teletrabajo es el que corresponde a viajes y desplazamientos. Los viajes sustituidos por los encuentros telemáticos, los desplazamientos al no acudir asiduamente al puesto de trabajo.
Sin embargo el ‘peso’ de ese ahorro difiere en función de dónde se realice la comparativa. Según Infojobs es mucho más importante para los madrileños y otros residentes en grandes urbes que para los almerienses, cuyos desplazamientos eran notablemente más cortos.
A cambio, los madrileños han ganado varias horas al día desde que no tienen que desplazarse a la oficina, tiempo que en el caso de los almerienses es notablemente inferior.
La adaptación
Para 'Pleo', es necesario adaptarse a la nueva normativa nacida con la llegada del teletrabajo que impuso la pandemia del coronavirus. Y para ello recuerda que las empresas tendrán que abonar a los empleados los gastos relacionados con los medios técnicos y las herramientas necesarias para llevar a cabo su actividad laboral de forma remota.
Así lo establece la Ley del Teletrabajo en España, aprobada en octubre del pasado año, que regula las bases de una actividad que la pandemia ha impuesto a marchas forzadas. “Esta digitalización acelerada del puesto de trabajo requiere también nuevos modelos de gestión de gastos”, señalan desde la empresa
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