Tecnova investiga el uso de insectos en la elaboración del pan

El centro experimental de la Fundación Tecnova está trabajando en la utilización de insectos útiles tanto por sus propiedades para la alimentación humana como por la generación de fertilizantes naturales, a partir de los excrementos, con aplicación directa en la agricultura.

En esa tarea está inmerso el equipo de Biotecnología y Bioprocesos de Tecnova, liderado por la doctora Rebeca Ramos, una prometedora línea de trabajo en torno al uso de insectos comestibles en la industria agroalimentaria y sus distintos usos en agricultura para la nutrición de los cultivos.

Los primeros resultados apuntan a la idoneidad de aprovechar los insectos, que son utilizados en procesos extractivos de proteínas y lípidos. Las primeras son valorizadas para su uso en el campo a través de la obtención de hidrolizados proteicos con potencial bioestimulante, y los lípidos presentan un alto potencial alimentario y tecnológico en la elaboración de pan.

El futuro
El proyecto, denominado Entonatur, está financiado por la Consejería de Conocimiento, Investigación y Universidad con fondos FEDER dentro del marco de los incentivos a los  agentes del Sistema Andaluz del Conocimiento PAIDI 2020 y ha supuesto para Tecnova  la puesta en marcha de una nueva línea de investigación en economía circular aprovechando el destrío de frutos, en este caso tomate, sandía y papaya, para alimentar a los insectos y posteriormente separar, mediante tamizado, sus excrementos y  valorizarlos como compost.

El potencial de los insectos surge en base a la necesidad de  fuentes sostenibles para la alimentación del futuro; la aparición de estos ha supuesto  una revolución en el complejo marco regulatorio español y europeo, pero sin dejar de lado el principal interés de este tipo de investigación, utilizarlos como alimento.

Entre las ventajas que presenta la cría de insectos la facilidad de su manutención en cuanto a formación técnica y necesidades de espacio. Además, su impacto ambiental es reducido, al minimizar generación de gases de efecto invernadero. Pero la principal ventaja es su gran potencial de bioconversión al transformar productos de bajo valor (destrío y restos de cultivo) en otros de alto  valor añadido y características muy interesantes para la industria agroalimentaria.

Excrementos
La valorización de los excrementos de estos insectos para su uso en el campo como fertilizantes es otra de las líneas de trabajo, convirtiendo estos residuos, que se generan en grandes cantidades, en compost.

También es posible el uso de dichos insectos para la extracción de compuestos como la quitina (componente principal de las paredes de su exoesqueleto), que es unbiopolímero de alto potencial por sus propiedades tecnológicas y antimicrobianas y del que se obtiene el quitosano, con características mejoradas.

Estos pueden tener usos muy destacados tanto en agricultura (protección de semillas mediante su recubrimiento; agentes encapsulantes para mejorar la vida útil de moléculas de interés agronómico,  además de permitir su liberación controlada con la consecuente mejora de la eficiencia de la materia activa; agente antimicrobiano para el control de enfermedades en suelo y planta; regulación del desarrollo y crecimiento de plantas; coagulante para el tratamiento de aguas residuales contaminadas), cosmética (agente hidratante, gelificante y emulsificante) y postcosecha (para el control de agentes patógenos en alimentos y por tanto la prolongación de su vida útil), entre otros