Los ciudadanos asisten atónitos a la escalada que desde hace meses se está registrando en el precio de la electricidad. Un día si y otro también se registran nuevos máximos históricos y en apenas cinco meses el ‘recibo de la luz’ se ha multiplicado por tres y, lo que es más preocupante, desde la Unión Española de Empresas Fotovoltaicas (UNEF), en declaraciones de su presidente a LA VOZ DE ALMERÍA, advierten que esa continua y angustiosa subida está aún lejos de desaparecer y que difícilmente se suavizará hasta bien entrado el año próximo, en el mejor de los escenarios posibles.
Visto lo visto, los almerienses están volviendo sus ojos hacia esa otra energía ‘barata’ que representan las renovables; solar, eólica, hidráulica o minihidráulica, biomasa o geotermia abren una ventana a la esperanza de no sucumbir a los embates de un mercado de la energía que ha enloquecido a impulsos de aumento de costes como el del gas o los impuestos que penalizan las emisiones de CO2.
La demanda
Puestos a elegir, los consumidores almerienses se están apuntando cada vez más al autoconsumo, es decir producir individual o colectivamente la energía que se necesita y allí donde se consume.
El último informe de la multinacional británica HomeServe, empresa líder internacional en cuidado y mantenimiento del hogar, con más de 25 años de experiencia, destaca el fuerte incremento en la demanda de instalaciones de placas fotovoltaicas, un aumento que en el caso de Almería se acerca al 400 por ciento en los dos últimos años.
El momento
Ese aumento del interés responde no tanto a una verdadera preocupación por el impacto que la generación de energía a través de combustibles fósiles tiene sobre el medio ambiente, o su traducción en el cada vez más evidente cambio climático, como a una fórmula para frenar el incesante incremento del precio de la electricidad.
En apenas medio año el mercado de la electricidad ha multiplicado por más de tres el coste que esa energía tiene para el usuario; de los poco más de 40 euros por megavatio/hora que se pagaban el pasado mes de marzo se ha saltado a los 150 euros de este mes de septiembre, con un fuerte impacto en las economías domésticas que, en Almería, ya suponen en torno al diez por ciento del coste de la vida.
Los modelos
En este escenario parece que la única alternativa reside en un incremento de la aportación de las energías renovables, cuyos ‘combustibles’ .el sol, el viento o los residuos vegetales, son radicalmente menos costosos que los combustibles fósiles, y con la ventaja de tratarse de recursos renovables, prácticamente inagotables.
Sin embargo han surgido ya las primeras discrepancias en los modelos de producción o distribución de esas energías alternativas: de una parte los grandes proyectos impulsados por los grupos energéticos o por los fondos de inversión, que diseñan y construyen grandes plantas solares o eólicas y comercializan sus producciones a través de las redes de distribución.
Por otro, el modelo del autoconsumo, entendido como aquel en que la electricidad se produce en el mismo punto en el que será finalmente consumida. Es el que promueven los propios consumidores, las empresas, las comunidades (calificadas en estos casos de comunidades energéticas) o algunas administraciones públicas para abaratar sus costes energéticos.
Los defensores
Científicos e investigadores como Alfonso Sevilla o Sixto Malato, que operan en Almería y están considerados expertos a nivel nacional e internacional, son partidarios de las renovables en general y del autoconsumo en particular, por razones económicas, pero también por la necesidad de reducir el impacto ambiental sobre el planeta de las energías convencionales.
Más decididos aún por este modelo son los ecologistas: desde el Grupo Ecologista Mediterráneo defienden el autoconsumo como la solución más eficiente “para el planeta y para nuestros bolsillos”, al tratarse de una producción limpia que se realiza en el entorno en el que se consumirá y por tanto evita las cuantiosas ‘pérdida’ que se registran en las grandes redes de la distribución.
Los mensajes de unos y de otros y los impactos que las subidas del recibo de la luz están teniendo en las economías domésticas han disparado el interés de los almerienses que, de nuevo, vuelven a mirar al sol como fuente de riqueza y no sólo para tomarlo en la playa.
Almería puede generar toda su energía con placas solares
Un informe elaborado por el grupo EDP Solar, líder mundial en energía renovable que forma parte de Dow Jones Sustainability Indexes (World y STOXX), destaca la alta capacidad de la provincia de Almería para el aprovechamiento de la energía solar.
En base a los datos aportados por la Sede Electrónica del Catastro, la “Estadística de las variables meteorológicas” de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), y la “Estadística de la Industria de la Energía Eléctrica” del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la multinacional destaca no sólo el potencial productivo, sino la reducción de los plazos de amortización de las inversiones en instalación de placas fotovoltaicas.
Según ese estudio, la provincia de Almería dispone en la actualidad de un total de 206.131 edificios, de los cuales más del 99,4 por ciento pueden albergar paneles solares para la producción de energía eléctrica.
La empresa calcula que en esos inmuebles se podrían instalar 8 millones de paneles solares que cubrirían el consumo de cerca de un millón de hogares y, evidentemente, asegurarían la totalidad de la demanda eléctrica que genera la provincia, además de un elevado porcentaje del conjunto de Andalucía.
Rentabilidad
Pero además de esa capacidad de generación, Almería es una de las provincias españolas con un mayor nivel de rendimiento de las instalaciones fotovoltaicas; el alto grado de insolación y el hecho de ser una de las zonas europeas con más días de sol anuales aumenta la generación y reduce los plazos de amortización de las instalaciones.
La Agencia Andaluza de la Energía sostiene que Almería es una zona rentable para apostar por las energías renovables; de hecho, “una de las mejores zonas con mejores condiciones de Europa para la producción de energías solares”.
El número de días soleados es superior al del conjunto del país con casi 3.000 horas anuales, frente a los 2.800 de Andalucía o las 2.600 de España, lo cual implica que si el periodo de amortización de la inversión se sitúa en el entorno de los 6 a 8 años en Andalucía o España, en Almería estaría alrededor de los cinco años, “sin olvidar que se ahorra desde el primer momento”.
La ‘luz’ ahoga a empresas y agricultores
Organizaciones empresariales como Asempal o sectoriales como la Mesa del Agua han dado la voz de alerta porque el incremento del coste de la energía se está convirtiendo en una losa para el desarrollo de sus actividades.
Desde la Mesa explican que en sólo cuatro meses, desde mayo a septiembre, el recibo de la luz ha aumentado en un 372 por ciento, desde los 50,49 euros que se pagaban en mayo a los 118,18 que se pagaron el pasado 16 de septiembre, lo que se traduce en una situación que se califica ya como insostenible para el campo.
Para Asempal ese constante aumento del precio de la electricidad es “asfixiante” para miles de empresas y lastran la rentabilidad. Por ello ha pedido al Gobierno que adopte medidas fiscales y de apoyo de inmediato.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/20/economia/222536/la-demanda-de-energia-solar-en-almeria-crece-un-400-en-solo-dos-anos