La huella hídrica de las hortalizas almerienses es de las más bajas del mundo

La FAO, organismo dedicado a la alimentación y la agricultura en el mundo, dependiente de la Organización de Naciones Unidas, ha alertado de la progresiva disminución de los recursos hídricos que se está registrando a consecuencia del cambio climático.

Bajo el slogan de ‘el agua que comemos’ trata de concienciar sobre la necesidad de avanzar en modelos de producción que extremen el ahorro en el consumo de agua en los cultivos, un recurso imprescindible para la cadena de consumo que es sometido a examen desde el prisma de la sostenibilidad.

Huella hídrica
Hace ya años que se ha asumido el concepto de huella de carbono, un sistema para medir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y ahora, desde la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), se impulsa el concepto de huella hídrica para medir el consumo de agua en los procesos productivos.

Almería en cabeza
El último informe sobre este particular, de este mismo año, determina qué productos presentan la mayor huella hídrica y aquellos que precisan menos aporte de agua para su producción. Destaca que la mayor parte de las hortalizas y frutas que se producen en Almería están entre los alimentos que, a nivel mundial, suponen un menor gasto de agua por cada kilo producido.

En general, las cucurbitáceas como el pepino, el calabacín, las berenjenas, las sandías o los melones, están entre los alimentos con menor huella hídrica, con un consumo medio de 353 litros por kilo, una cifra que baja aún más en la provincia de Almería (en torno a los 150 litros) gracias a la aplicación de tecnologías de ahorro. De hecho están incluso por debajo de la patata, la teórica ‘reina de la sostenibilidad’, que precisa sólo 287 litros de agua por kilo producido.

Entre los alimentos con mayor huella hídrica se encuentran el chocolate,  con 17.196 litros/kilo, la carne de vacuno, con 13.000 litros, las aceitunas con 3.025, el arroz con 2.497 o las lentejas con  1.250 litros por kilo.

En general las frutas presentan consumos de agua notablemente más altos que las hortalizas, entre ellas las manzanas con 822 litros/kilo, la caña de azúcar con 1.782 litros, los plátanos con  790 litros o el aguacate con 600 litros. Los cereales precisan, por término medio, 1.644 litros por kilo, el maíz alcanza los 1.222 y el azúcar de remolacha en torno a los 850 litros.

Almería pionera
Hace tres años Coexphal, Grupo Caparrós, Wise Irrisystem y Proyecta Ingenia comenzaron el desarrollo del proyecto de certificación de la huella hídrica, el H3+, que comenzó a aplicarse a mediados del pasado año y ha sido pionero a nivel nacional y uno de los pocos existentes a nivel internacional.

Se trataba de certificar oficialmente la sostenibilidad hídrica de la agricultura almeriense y andaluza y poder utilizarlo como una herramienta de diferenciación ante los consumidores. De esa forma el campo almeriense marca un camino que defiende la FAO para el planeta.