Almería: tomates, pimientos. . . y también ajos y cebollas

La provincia de Almería ha visto crecer en los últimos años su producción de ajo y cebolla a raíz de los dos gigantes pulpileños: Peregrín y Primaflor. La comercialización global de estos dos productos por parte de ambas compañías almerienses es de 33.000 toneladas en el último año -22.000 Peregrín y 11.000 Primaflor- según los últimos datos de la Consejería de Agricultura. De hecho, Peregrín es la  sexta empresa española en  ventas de estos dos productos y Primaflor la décima. 

La cebolla, durante la pasada campaña, no levantó cabeza en cuanto a precios, con rendimientos muy bajos por las inclemencias meteorológica y por la competencia de los productos con denominación de origen como los de la zona manchega.

Primaflor, más consolidada en la producción de hoja verde, llegó a contar hace poco más de un lustro con una producción de 18.000 toneladas de cebolla seca destinando hasta 300 hectáreas al cultivo de este producto bajo la marca Mimaflor.

 Este cultivo se ha adaptado muy bien a la zona de Pulpí dado que requiere climas cálidos y tierra arenosa. Su desventaja es que su ciclo es el doble que es de la lechuga (la cebolla tiene un ciclo de 6 meses y la lechuga alrededor de 3), por lo que su requerimiento de agua también es el doble. En Níjar opera también la empresa Naturcharc, de la familia Giménez, que ha llegado a comercializar seis millones de piezas de cebolla, en una plantación de 70 hectáreas.

Los precios del ajo, sin embargo, no se resintieron tanto en 2021 y mantenido niveles de rentabilidad aceptables, según el Observatorio de Precios de la Junta de Andalucía.

Las dificultades logísticas de China, gran exportador mundial, han propiciado mejores precios para el ajo andaluz en general y pulpileño en particular. Su principal freno ahora es la carencia de agua para esta temporada seca.

Peregrín, uno de los grandes productores andaluces,  con más de 30 años de experiencia en el cultivo de ajos durante todo el año, cuenta con fincas en Córdoba y en Las Pedroñeras (Cuenca).

La compañía cubre todo el ciclo desde la producción, manipulación hasta la comercialización, produciendo distintas variedades como el ajo blanco, violeta, morado y ecológico, además de algunas variedades de cebolla. En los últimos años ha apostado también por la introducción del cultivo del maíz. Tiene sus oficinas centrales en Pulpí con una capacidad frigorífico de más de 3.000 toneladas.