Paro de camiones: cómo poner una provincia patas arriba con un grupo de Whatsapp

La huelga del transporte causa ya pérdidas de 40 millones de euros al invernadero almeriense

Camioneros colocando un cartel de huelga en la carrocería de un vehículo.
Camioneros colocando un cartel de huelga en la carrocería de un vehículo.
Manuel León
23:27 • 17 mar. 2022

El Gorrión Chico es el mote de uno de esos camiones en huelga que ayer circulaban en caravana a medio gas por el centro de Almería. Iban esos jornaleros del volante dentro de la cabina de su cabeza tractora bajo una lluvia finísima -más propia de Lugo que de Almería- haciendo sonar el claxon para hacer más visible aún su protesta por los altos precios del carburante.  Almería, como el resto de España, vive con estupor el vaciado de los lineales de los supermercados ante la ratonera en que se han convertido algunas carreteras y los paros parciales de los camioneros. La pregunta ahora es:  ¿hasta cuando durará este paro indefinido?



Lo que está demostrando esta inactividad de parte del sector del transporte de mercancías es que no hace falta estar organizado para poner patas arriba un país. Con el solo arma de un grupo de watshap se puede tener más efectividad que muchas centrales sindicales del gremio que llevan décadas trajinando por los derechos laborales de sus trabajadores.



La huelga de camiones está convocada por la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías, un grupo de profesionales hasta ahora minoritario, compuesto por autónomos y pymes, que desde algunos sectores vinculan a la ultraderecha, y que no está reconocido como interlocutor por el Gobierno y por el resto de organizaciones gremiales.



 



La propia CCOO ha tildado esta huelga de “paro patronal”, aduciendo que “no hay que otorgar representatividad a quien no la tiene”. El presidente de la Plataforma en huelga, Manuel Hernández, acusó ayer al Gobierno de intentar desacreditarlos “colgando etiquetas ideológicas al sector de base del transporte que es el que lleva y mueve las mercancías”. En torno a 2.000 camiones en la provincia, consideran los convocantes, han secundado la huelga. La provincia cuenta con una flota de camiones que ronda las 8.000 cabezas, una de las más numerosas de España. La Confederación Española del Transporte de Mercancías (CETM) tampoco apoya este paro.



Pero, sin representatividad, sin sede sindical, sin poso histórico, la Plataforma ha conseguido lo que quería: poner en un brete a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, a su representante en Almería, Manuel de la Fuente, y de paso ocasionar el cierre de buena parte de subastas y corridas del sector hortícola almeriense. No sabemos qué estará ocurriendo en las alacenas de Berlín o Londres al ver llegar pimientos y pepinos con cuentagotas para la ensalada.



Tanto Asempal, Ecohal (alhóndigas) como Coexphal (cooperativas) han instado al subdelegado del Gobierno en Almería a que adopte medidas más contundentes para asegurar la libre circulación de mercancías. De hecho, ayer hubo un nuevo encuentro entre las partes ante el talante de gravedad que está tomando este conflicto logístico. Las empresas comercializadoras de frutas y hortalizas de Coexphal han cifrado en diez millones de euros diarios lo que está perdiendo el sector por cada día de huelga sumando, por tanto, un total de 40 millones de euros hasta hoy, “lo que repercute, no solo en las empresas comercializadoras, sino en los trabajadores y en los agricultores que no pueden vender el género y han dejado de recolectar”. 



Luis Miguel Fernández, gerente de Coexphal,  ha solicitado corredores seguros para que las frutas y hortalizas perecederas almerienses que abastecen a Europa lleguen en condiciones a sus destinos.


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