Tabernas y Lucainena se reparten un gran proyecto

Tabernas y Lucainena contará con una nueva megaplanta solar fotovoltaica ubicada entre ambos municipios cuyas obras de instalación se iniciarán esta semana. La inversión global será de 38 millones de euros y es promovida por la multinacional  X-Elio -antigua Gestamp Solar- con el nombre de CSF Tabernas. Según los promotores, generará energía limpia suficiente para abastecer el consumo medio equivalente a 10.000 hogares durante todo el año, con una potencia de 50MW.

La primera piedra de este proyecto será puesta el próximo jueves con la presencia de Fernando Lacaci, director general de Operaciones de X-Elio y de representantes institucionales de la provincia.

La multinacional X-Elio tiene sede en el madrileño Paseo de la Castellana y cuenta con 25 plantas en operación en siete países.

Durante gran parte del desarrollo del proyecto almeriense, X-Elio ha ido de la mano de Nexus Energía, desarrollando iniciativas similares en mercados energéticos de Estados Unidos, Australia, México o Chile. También cuenta con proyectos cercanos al de Almería en Murcia y Alicante. 

El municipio de Tabernas, el enclave europeo con mayor horas de sol, se está convirtiendo por fin en una de las principales zonas productoras de energía solar de Europa junto a una de las mayores plataformas de investigación de la energía solar sobre.

A espaldas de la antigua discoteca Calatrava tabernense iniciaron el pasado mes de octubre los trabajos de otra planta denominada La Cabrita promovida por el fondo de inversión alemán Aquila Capital, también con una potencia de 50 MW con  una superficie global de 100 hectáreas. También Naturgy, la antigua Gas Natural Fenosa, copropietaria del gasoducto de Medgaz, desarrolla proyectos solares en Tabernas. La zona cuenta también con el proyecto de una nueva subestación eléctrica elevadora, con un presupuesto de 2,5 millones, para evacuar la energía producida con el sol.

El mayor proyecto de planta solar en la provincia, sin embargo, se tramita en AntasE, en una instalación denominada Andrea promovida por la italiana Enel, dueña de Endesa, con una inversión de 106 millones de euros y 250 MW de potencia, en los terrenos donde se iba a ubicar un campo de golf promovido por Fadesa.