El tajo dice (casi) adiós a Almería

El histórico trasvase nacido en 1980 se recorta en 11 hectómetros para el Almanzora

El agua embalsada del Almanzora se ha nutrido durante décadas de los aporte del gran río manchego.
El agua embalsada del Almanzora se ha nutrido durante décadas de los aporte del gran río manchego.
Manuel León
11:15 • 30 abr. 2022 / actualizado a las 11:21 • 30 abr. 2022

La decisión del Ministerio de Transición Ecológica de recortar un 40% el trasvase de agua del Tajo-Segura va a pasar factura a los regantes del Almanzora. El Gobierno ha decidido aumentar el caudal ecológico -lo que significa que merma el agua embalsada y trasvasada en favor de la que se dejará correr libre por el río- y eso significará menos aportes para el Levante y Norte de la provincia de Almería, junto a Alicante y Murcia, principal damnificada.



La disminución será de unos 11 hectómetros anuales para Almería (siete para regadío y cuatro para abastecimiento) que contribuyen a regar, junto con el agua de desaladora y del Trasvase del Negratín- en torno a 8.000 hectáreas de los términos municipales de Huércal-Overa, Cuevas del Almanzora y Vera.



Se trata además de un agua de calidad y barata que cuesta en torno a 12 céntimos, frente a la de desaladora que está en torno a los 45 céntimos.



Los regantes damnificados con esta decisión, que se aprobará el próximo martes en la Confederación del Tajo, ya han anunciado que acudirán a los tribunales y pedirán una indemnización conjunta, entre Alicante, Murcia y Almería, que puede alcanzar los 5.000 millones de euros, según un informe del Instituto del Agua de la Universidad de Alicante.



Fernando Rubio, representante de la sociedad Aguas del Almanzora, ha indicado que “este impacto no será solo de un año, sino de por vida, al perder un agua que tenemos consolidada y que es un complemento perfecto para nuestro campo”.



El Trasvase del Tajo fue aprobado por Ley en 1980 y desde entonces ha contribuido con 15 hectómetros para riego y 9 para abastecimiento principalmente al desarrollo agrícola murciano, pero también al Levante almeriense para sus cultivos al aire libre y para los incrementos de población turística en temporada alta.



El recorte no solo afectará a la agricultura. También afectará a la empresa pública Galasa que se nutre de este agua para el abastecimiento de una veintena de municipios del Levante y del Almanzora, como complemento del agua de la desaladora de Acuamed. 



Rubio indica que “no se entiende esta locura porque no beneficia a nadie, el agua se va a perder por Lisboa y va a ir a parar al mar, no necesitamos que los políticos como el valenciano Ximo Puig diga que va a ir a los tribunales, lo que tiene que hacer es ir a Moncloa y decirle a Pedro Sánchez que si se aprueba esta normativa dimite de su cargo”.


Tras su aprobación en la Confederación del Tajo, el aumento del caudal ecológico se llevará al Consejo Nacional del Agua y después  iniciará la tramitación en las Cortes para que entre en vigor como Decreto.


La consejera de Agricultura, Carmen Crespo, ha pedido que se detenga ese recorte previsto “que afecta en el norte de la provincia al abastecimiento de 120.00 personas y también a 20.000 personas”. 


Crepo ha añadido que “no podemos desdeñar  esa fuente hídrica que permite utilizar gota a gota el recurso por los agricultores y por los ciudadanos”. 


El agua que trocó secanos en vergeles

El Trasvase del Tajo fue para los padres y abuelos de los actuales agricultores del Almanzora como un sueño que algunos nunca pudieron ver cumplido. Desde los años 30 del pasado siglo XX se empezó a hablar de esta obra faraónica para convertir secanos murcianos y almerienses en tierras feraces. El poeta del campo, Sotomayor, lo dejó escrito: “y sin desnuarme, agua a la centura/ como cuando hacemos toma en la boquera/ refresque mi sangre de esta calentura/ que hace de los campos una calavera/ y de nuestros cauces una sepultura”.


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