Los regantes del Almanzora traen agua de donde sea: ahora del Júcar

En pocas zonas agrícolas de España se persigue con tanto afán un metro cúbico de agua como en el Almanzora. Los regantes de esta comarca almeriense, que se caracteriza por los cultivos de hoja verde y los frutales, han vuelto a conseguir agua de otros caudales hasta ahora inéditos en la región. 

La sociedad Aguas del Almanzora, con sede en El Saltador de Huércal-Overa, acaba de cerrar una operación de 50 hectómetros cúbicos de agua durante cinco años de la Acequia Real del Júcar por la que ha pagado 15 millones de euros. Se trata de una compra de derechos hídricos por la que pagarán un precio de 30 céntimos el metro cúbico, más barato que la tarifa que le aplica Acuamed por el agua de la desaladora de Carboneras a 45 céntimos hasta final de año. El acuerdo de compraventa está a la espera tan solo del trámite de que sea aprobado por la Junta General de la Comunidad de Regantes de la Acequia Real del Júcar, en Valencia, el próximo día 26, una de las instituciones de regadío más antiguas de España constituida en 1258, en tiempos de Jaime I.

El acuerdo ha sentado como un golpe en el estómago a los  regantes de Alicante y a la Junta Central de Usuarios de Vilnalopó, quienes se quejan de que llevan pidiendo este caudal del Jíucar sin que les llegue desde hace 600 años.

El acuerdo entre los comuneros del Júcar y del Almanzora ha sido posible con la mediación de la Dirección General del Agua, presidida por Teodoro Estrella, atendiendo a la reclamación de los regantes almerienses por el corte del suministro del Trasvase del Negratín, ante la situación de sequía de la Cuenca del Guadalquivir.

A su vez, los regantes valencianos obtendrán financiación extra para afrontar el pago de la modernización de sus regadíos.

Si se recupera el Trasvase de agua del Negratín, por una mejora del nivel de la cuenca del Guadalquivir, los regantes almanzoríes embolsarán el agua del Júcar en el pantano como fondo de reservar. 

Aguas del Almanzora tiene un pleito presentado en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía por el agua del Negratín reclamando que el agua que no se puede trasvasar ahora por el bajo nivel de la cuenca, se guarde y se trasvase cuando se recupere el caudal.

 El incremento de agua embalsada en el pantano del Almanzora por las recientes lluvias no es suficiente para regar todo un valle de más de 20.000 hectáreas y 10.000 comuneros, asegura Fernando Rubio, directivo de Aguas del Almanzora.

Una consigna tatuada

El agua del Júcar no es la primera que los agricultores del Almanzora tienen que buscar allende sus tierras. Ya lo hicieron con el Negratín, con una obra histórica, pagada de su propio bolsillo, para traer 50 hectómetros anuales de Granada. Más recientemente, Aguas del Almanzora ha adquirido 12 hectómetros cúbicos mediante permuta de la desaladora de Torrevieja en Alicante. Pero ahora se le añade un nuevo problema: el de la pérdida de caudal del Trasvase del Tajo en un 50%, 11 hectómetros, que les ha servido como complemento necesario en los últimos años.