El Puerto seco de Níjar y el Port Rail de Pulpí tendrán que esperar a 2042

El codiciado AVE almeriense puede que esté en perfecto estado de revista para finales de 2026 como ha prometido el Gobierno. Un almeriense, por tanto, podrá viajar en alta velocidad a Madrid dentro de tres años y también a Barcelona. El jarro de agua fría no parece que vaya a venir por ahí, sino por las mercancías. El sueño del Corredor Mediterráneo para que un palé de tomates  de un invernadero ejidense recorra 2.600 kilómetros de vías férreas de alta velocidad  hasta un mercado de Berlín puede verse postergado durante más de dos décadas aún. 

La luz de alarma entre los empresarios y entre el propio Gobierno español se ha encendido con la filtración de un reciente informe del Ministerio de Transportes francés que establece un cronograma con el desarrollo del Corredor Mediterráneo en el país que relega la conexión de las nuevas vías de ancho internacional con España a la última fase de la infraestructura, es decir al año 2042. 

Según este documento oficial, el cuello de botella estará muy cerca de la frontera con España. El Gobierno galo prevé ir de arriba abajo y tener finalizado el tramo Montpellier-Beziers en 2035 y el Beziers-Perpignan en el horizonte de 2042. Con esta planificación, Francia prioriza las conexiones de su red interior conectando con Tolouse y Burdeos, relegando la Red Transeuropea. El coordinador del Corredor Mediterráneo en España, José Vicente Boira, considera que “lo urgente ahora es la vía política que debe ejercer el Gobierno de España ya que la Comisión Europea está haciendo un esfuerzo para que el Corredor sea una realidad en 2030 y ayudar a mejorar la huella de carbono”. La implantación del ancho internacional entre Tarragona y Castellón y entre Castellón a Valencia será una realidad en tres años. El proyecto del Corredor Mediterráneo, desde Algeciras hasta Ucrania, tiene una longitud total de 8.600 kilómetros, y tendría que estar finalizado en 2030, pudiendo conectar con otros nodos dentro de la Red de Transporte hasta el Centro y Norte de Europa, que será la interconexión más interesante para Almería. 

El tramo español, donde se posiciona Almería, mide 1.300 kilómetros con un presupuesto global de 22.000 millones. Además, se construye al mismo tiempo el Corredor Central, vía Madrid y Zaragoza, y el Corredor Atlántico, que sale de España a través de la conexión Vitoria-Dax, postergada también por el ejecutivo galo.

Ante este desconcertante e imprevisto embudo francés en las obras ferroviarias de alta velocidad, la pregunta ahora es qué futuro le espera al Puerto Seco de Níjar, con una inversión programada de casi 40 millones de euros y a la futura terminal de contenedores Port Rail Almanzora de Pulpí, con grandes grupos inversores privados detrás.  El mejor de los escenarios es que se corrija el cronograma; el peor, que las terminales logísticas de Níjar y Pulpí estén terminadas en 2030 y tengan que esperar 12 años para poder ser estrenadas.

 La ministra aprieta a Francia en Estocolmo

La mejor baza para que el Ejecutivo español pueda dar un golpe en la mesa y meter presión a Francia para que rectifique sus planes es la de aprovechar la presidencia hispana en el Consejo de Europa en el segundo semestre del año. Por otra parte, la ministra de Transporte, Raquel Sánchez, se encuentra en Estocolmo participando en el Consejo de ministros europeos del ramo, donde ha priorizado el desarrollo de la red ferroviaria europea. Sánchez se ha reunido con su homólogo galo, Clemente Beaune, y le ha transmitido la importancia de acelerar el tramo Beziers-Perpignan del Corredor Mediterráneo.