Almería es la provincia española más empachada de suelo (junto a Toledo)

Almería es, junto a Toledo, la provincia con más suelo por desarrollar urbanísticamente de España. Según el informe de mercado inmobiliario de la consultora CBRE, del que se hace eco el diario Cinco Días, la provincia de Almería dispone de 13,1 millones de metros cuadrados de suelo urbanizable no consolidado para el que se establece un tiempo de absorción de 30 años a un ritmo normalizado que daría lugar a 110.000 viviendas nuevas.

Esta sobreoferta de suelo, probablemente esté directamente relacionada con el alto stock de casas sin vender producto de la época del boom, sobre todo en segunda residencia y como inversión, que, en términos relativos a su población hizo a Almería una de las provincias españolas con mayor oferta de ladrillo por vender. Aún se calcula que en la provincia hay una oferta de más de 40.000 viviendas  de primera mano esperando dueño, la mayoría en manos de entidades financieras y de la Sareb.

Este tipo de suelo aún por consolidar, como puede ser el caso de algunas franjas de la Vega en la capital, se corresponde con zonas urbanas sujetas a transformaciones urbanísticas. Comprende aquellos terrenos clasificados como suelo urbano, en los que se precisa paran para alcanzar la condición de urbano consolidado, algunas acciones adicionales de urbanización en los municipios.

Desde la consultora creen que las claves urbanísticas de futuro estarán en aligerar la burocracia urbanística en los ayuntamientos y en las comunidades autónomas, el aprovechamiento del suelo residencial como suelo industrial y la colaboración público-privada. La inversión inmobiliaria en España presentará en 2023 una reducción de entre un 20% y un 30% en el año 2023, según las nuevas proyecciones de CBRE. El endurecimiento de los créditos por la subida del euríbor también ha empezado a influir en este enfriamiento de nuevos proyectos inmobiliarios.

Almería, por tanto, se distingue, según el análisis de CBRE, por su alto stock aún de vivienda nueva y por  la gran superficie de bolsas de suelo urbano aún por consolidar que hace que no sean necesarias nuevas recalificaciones.