Un nuevo encuentro tecnológico con Imanol Almudí, CEO de Grupo Agroponiente

Entrevistas tecnológicas del sector empresarial producido por La Voz de Almería en colaboración con Vodafone Business. Un nuevo encuentro tecnológico de la mano de Rafael Alcaide director territorial de Andalucía y Extremadura de Vodafone Business, con Imanol Almudí, CEO de Grupo Agroponiente.

Una entrevista que podrá verse íntegra en el vídeo de cabecera.

Grupo Agroponiente es  una empresa con una trayectoria de 40 años, una comercialización actual de cerca de 300 millones de kilos, una facturación cercana a los 350 millones de euros, más de 2.000 empleados, producción en más de 2.500 hectáreas en cuatro países, de ellas casi 400 en propiedad. ¿Cómo ha llegado una empresa almeriense a presentar estas cifras?

Obviamente son varios los ingredientes fundamentales para que un proyecto empresarial llegue a estas cotas. Hace falta tiempo y dedicación; es fundamental el trabajo duro y constante de muchos equipos de profesionales a lo largo de este tiempo; la profesionalidad y la apuesta clara por el talento y la capacidad de dichos profesionales; y en este caso han sido decisivos unos empresarios visionarios con una fe inquebrantable en el proyecto, unos agricultores abnegados y con un gran conocimiento y capacidad de innovación y adaptación a las exigencias del mercado, una plantilla profesional con una capacitación extraordinaria y un plantel de clientes que han apostado por el potencial de esta compañía.

Grupo Agroponiente es propiedad, desde hace cuatro años, de un fondo de inversión, Abac Capital. ¿En qué ha cambiado esta variación en la propiedad la idiosincrasia y la realidad de la compañía?

Abac Capital llegó al campo almeriense a través de Grupo Agroponiente, con la idea de participar de un modelo que ha sido de éxito durante décadas y lo sigue siendo y que se ha convertido en un ejemplo a seguir en muchos lugares del mundo, con la intención de partiendo de la base del trabajo bien hecho, coadyuvar, y acelerar el desarrollo del mismo, potenciando sus redes de comercialización,  la mejora de los procesos internos y de organización, y reforzar el perfil internacional de la compañía.

La compañía ha experimentado algunos cambios en los últimos años y un proceso de acoplamiento a su nueva realidad. Tras ese proceso, la última campaña ha experimentado unas cifras de crecimiento prácticamente inéditas en su trayectoria. ¿Cuáles son esas cifras cuál el origen de ese cambio de rumbo, de ritmo?

Como decía, no es fácil alcanzar cifras anuales de crecimiento superiores al 20% como nos ha ocurrido a nosotros. Ello nos ha permitido colocarnos en los 300 millones de kilos comercializados, con una facturación superior a los 340 millones de euros, gestionando más de 2.500 hectáreas de terreno entre la producción propia y la de nuestros agricultores asociados, y una plantilla de más de 2.000 empleados. Pero lo más importante no es lo que se ha conseguido, sino lo que está por venir: este año también hemos abierto oficinas en Madrid y Rotterdam, precisamente a fin de reforzar nuestra vocación internacional y nuestra cercanía a los mercados de destino; al tiempo que hemos mejorado nuestros sistemas de aprovisionamiento internacional, puesto que aunque nuestro origen, nuestra esencia y nuestra fuente de producto principal esté aquí, en Almería, si queremos ser grandes en Europa hemos de complementar la ventana de producción almeriense con otros orígenes para dar a nuestros clientes servicio los 365 días al año.

¿Cuáles son los pilares fundamentales en los que descansa la filosofía del actual Grupo Agroponiente en el ámbito del negocio?

Yo diría que los pilares fundamentales son la generación de confianza tanto en nuestros agricultores como en nuestros clientes. Siendo excelentes en el manejo de la verdura y la fruta que comercializamos, desde la planta hasta el consumidor final. Para eso, son fundamentales conceptos como el reforzamiento de los protocolos de calidad, y la trazabilidad, que nos permiten no sólo que nuestro producto sea de una garantía total, sino que se adapte de manera milimétrica a lo que demanda cada cliente; así como la capacidad de innovación para estar siempre a la última y de información acerca de lo que se está demandando en el mercado. Pero hay un concepto también muy importante: el del compromiso con nuestro entorno. Grupo Agroponiente va a seguir creciendo a un ritmo muy potente como en este último año, pero lo va a hacer, también como hasta ahora, con un compromiso total con la sociedad, desarrollando un modelo de negocio basado en la sostenibilidad, cuidando tanto de las personas como del medio ambiente.

El sector hortofrutícola almeriense es, en general, un ejemplo de desarrollo tecnológico y constante desarrollo en este ámbito. ¿Cómo puede definirse la importancia de la tecnología en el crecimiento y la trayectoria de Grupo Agroponiente?

Obviamente, el grado de desarrollo que ha alcanzado no sólo Grupo Agroponiente sino en general todo el tejido productivo y agrícola bajo abrigo de la provincia, conocido ya en muchos lugares como ‘Modelo Almería’, habría sido absolutamente imposible sin un desarrollo tecnológico que alcanza a todos los rincones de dicho modelo. La tecnología no ha sido sólo un cómplice o un elemento de desarrollo del modelo, sino que ha sido una pieza clave, un pilar, un cimiento de ese desarrollo. Y estoy hablando tanto de la innovación tecnológica que se ha producido en el seno de las empresas, pero también en el desarrollo tecnológico de nuestros invernaderos. Hoy en día, el grado de control de todos y cada uno de los procesos que forman parte de la cadena de producción y comercialización agrícola es absoluto y, en ese sentido, el segmento tecnológico de nuestra industria auxiliar ha jugado un papel indispensable y, al mismo tiempo, espectacular.

Mirando hacia el futuro, ¿Cuáles son los roles fundamentales que ha de jugar la tecnología para continuar recorriendo el camino de éxito que ha descrito hasta ahora la compañía?

Realmente, mirar hacia el futuro en el ámbito tecnológico es una suerte de ‘funambulismo filosófico’, puesto que el desarrollo de la tecnología siempre va a ir por delante de lo en cada momento proyectamos. De manera genérica, lo que sí está claro es que las empresas y los agricultores nos vamos a dotar de herramientas que mejoren nuestros procesos desde el punto de vista de la rapidez, la comodidad y la rentabilidad. Para la agricultura, la tecnología y las empresas que emplean su tiempo y esfuerzos en un constante proceso de mejora tecnológica supone una auténtica garantía de mejora continua.

¿Qué papel se adivina a Grupo Agroponiente como actor en el mercado internacional europeo en la próxima década?

En Grupo Agroponiente estamos convencidos de que vamos a desarrollar un papel fundamental en ese mercado. Como se ha demostrado en este último año, creemos firmemente en la combinación entre crecimiento en nuestro territorio prioritario, que es Almería, y expansión en cuanto a zonas productivas, como elemento básico para seguir atendiendo la creciente demanda de producto que tenemos en el mercado europeo. Pensamos que, a pesar de que esto es algo que se lleva diciendo mucho tiempo sin que haya habido un avance demasiado notable hasta ahora, la concentración de la oferta va a experimentar un avance importante en los próximos años y Grupo Agroponiente va a liderar uno de los grandes proyectos hortofrutícolas almerienses con vocación internacional. Todos los resortes de la compañía se han preparado para ello y lo vamos a afrontar al mismo tiempo con una gran ilusión y con toda disposición necesaria para ello.

¿Cómo vislumbra la evolución del sector hortofrutícola almeriense en ese período, a la vuelta de diez años? ¿Cuáles pueden ser sus fortalezas y sus principales amenazas?

Como decía en la anterior pregunta, Almería va a seguir siendo una potencia productiva por mucho tiempo. Es cierto que tiene algunas amenazas importantes, algunas más solventables que otras, pero que no van a redundar en una disminución de su potencial, entre otras cosas habida cuenta de la sobrada capacidad que ha demostrado durante décadas de sobreponerse a las adversidades. La mayor fortaleza reside en su propia potencia productiva, que la ha convertido en el primer aprovisionador de Europa y que es el principal motor para seguir siéndolo. Indudablemente, nuestro clima, que nos ahorra grandes inversiones en cuanto a la aclimatación de los cultivos y nos permite ser más sostenibles puesto que no consumimos combustibles fósiles ni de ningún otro tipo para producir, así como la cercanía con los mercados de destino, son factores igualmente fundamentales. En cuanto a amenazas, hay dos muy importantes, al margen de los virus de los cultivos que siempre van a estar ahí y contra los que lucha constantemente la industria auxiliar: el primero es el agua o la falta de ella, que las instituciones tienen la obligación de solucionar, por la condición de estratégico que tiene nuestro sector; por otro lado, la competencia de países terceros con respecto a la Unión Europea, que no tiene visos de ir a menos y que nosotros tendremos que seguir compitiendo blandiendo armas como las fortalezas antes citadas, es decir, el clima y la proximidad, pero también nuestra profesionalidad, capacidad de innovación y esmero a la hora de producir con la máxima calidad y respetando escrupulosamente los estándares de un mercado tan exigente como el europeo.

¿Qué esperáis de un partner tecnológico como Vodafone en este proceso de transformación digital?

Nosotros de nuestro partners esperamos lo mismo que ofrecemos a nuestros clientes: un clima de permanente confianza, contacto y espíritu de equipo para lograr las más altas cotas de calidad y rentabilidad, superando todo tipo de escollos trabajando codo con codo. La tecnología, como antes afirmaba, es fundamental para el desarrollo del sector, lo ha sido hasta ahora y lo será cada día más y, por tanto, un partner tecnológico como Vodafone debe estar a nuestro lado, estudiando día a día nuestras necesidades y aportando soluciones como lo ha hecho hasta ahora.