Los malagueños tumban a los asturianos en el Consejo de Unicaja Banco

El Consejo de Administración de Unicaja Banco ha acordado por unanimidad el cese en el cargo de consejero delegado de Manuel Menéndez, quien se incorporó a la caja andaluza tras la fusión con Liberbank. “Esta decisión permite a la entidad iniciar de inmediato la selección y posterior designación del nuevo consejero delegado y avanzar en la definición de su nuevo modelo de gobernanza tras el período transitorio previsto en los acuerdos de fusión con Liberbank, garantizando la estabilidad y plena funcionalidad de la dirección hasta el nombramiento como consejero del sucesor de Menéndez”, ha comunicado Unicaja Banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Con el cese de Menéndez se pone fin, por ahora a dos años de peleas internas en el seno de la entidad financiera. Unicaja Banco se enfrenta ahora a un proceso de remodelación que incluye la designación de cuatro nuevos consejeros independientes, la reevaluación de su consejero delegado y la separación de las funciones ejecutivas en el cargo de presidente. Almería, una de las provincias fundadoras a través de Cajalmería, asiste a esta pelea de consejeros sin pintar nada en el envite. Solo queda de huella indaliana en el buque financiero malagueño, la presencia de Tomás Cano, exvicario, como heredero de la cuota del obispado desde los tiempos del Obispo Orberá y la presencia, desde hace 25 años, del veratense Pedro Fernández Céspedes como patrono de la Fundación. Unicaja dispone en la provincia de Almería de 54 oficinas, el edificio cultural del Paseo con reloj medianero y el patrocinio del equipo de voleibol y de los Encuentros con Directores de Cine. 

Tras su fusión con Liberbank  y la salida de su histórico presidente Braulio Medel -tan forzada la una como la otra- la trinchera del avispero de Unicaja se ha dividido entre malagueños y asturiano, aunque finalmente es Málaga la que mantiene su cuota de poder.