Una empresa de Pulpí invertirá más de 100 millones en un nuevo centro logístico

Lorenzo López de Haro, un joven pulpileño, fundó en 1987 una pequeña empresa de reclamos en un local  familiar-como si fuera un émulo de aquel Steve Job de Palo Alto- que se ha convertido después de más de tres décadas en líder ibérico en el sector de los reclamos y regalos promocionales. De la Publindal inicial, la compañía pulpileña ha dado el salto a Makito Cantal con una facturación de que rondaba en 2021 los 130 millones de euros.

Con esta carta de presentación, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha declarado de interés estratégico el proyecto de su nuevo centro logístico para distribución internacional de mercancía en el polígono industrial de La Fuente de Pulpí. López Haro, accionista del Banco de Crédito Cooperativo de Cajamar, calcula una inversión de cien millones de euros durante los próximos  cinco años y se prevé la contratación de 132 empleados en la fase de construcción y 150 durante la fase de explotación. Es sin duda, un nuevo golpe de efecto en la tradicional capacidad emprendedora de los empresarios de ese municipio del extremo oriental de la provincia.

El objetivo de esta nueva infraestructura logística es centralizar la distribución de todos los productos de la empresa, además de añadir valor industrial a la zona, con una superficie global de 74.000 metros.

En la actualidad, Makito suma 800 empleados a través de sus distintas sedes comerciales en Madrid, Barcelona, Lisboa, París, Países Bajos y Módena. Cuenta también con distintas alianzas empresas con empresas europeas que le han hecho llegar también a Europa del Este. Makito se dedica a la comercialización de todo tipo de productos de merchandising y ha sido un proveedor habitual de los abanicos y sombreros de la feria de Almería con más de 30.000 unidades.

El reconocimiento como inversión estratégica  permitirá una tramitación preferente por parte de las distintas administraciones en la obtención de permisos y licencias. 

Tras iniciar su actividad en la calle Sastre de Pulpí, con ayuda de su mujer Teresa Rojas encargada del diseño, López Haro se trasladó a un local más grande en Los Alamos con la incorporación de dos hermanos más: Pedro y José Antonio.  

El despegue se produjo a partir de 1997 tras el primer viaje del fundador a China estableciendo las primeras relaciones comerciales con proveedores de China, Corea, Tailandia y Taiwan.