El Banco Malo ofrece suelo a 17 ayuntamientos de Almería a precio de ganga

La Sareb o banco malo, la sociedad creada en 2012 para gestionar los activos tóxicos de las cajas de ahorros tras la crisis inmobiliaria, ha abierto un nuevo camino para desprenderse de su aún abultada cartera, sobre todo de suelo sin desarrollar. Tras el intento con poco éxito de convertirse en promotora de sus propios solares, la Sareb ha iniciado contactos con ayuntamiento de toda España para ofrecerles estos suelos embarrancados desde hace años con descuentos hasta del 40% sobre el precio de mercado.

La provincia de Almería es, precisamente, en términos relativos a su número de municipios, la segunda provincia de España en número de solares del Sareb: 4,45 suelos por pueblo, con un total de 458 suelos sin vender. 

La idea del banco malo es que los consistorios se queden con esos suelos y los dediquen a finalidades sociales de todo tipo. Con el  horizonte de 2027, fecha en la que debería haber vendido todos sus activos, la sociedad ha empezado a ofrecer sus activos a 520  administraciones locales españolas. 

En el caso de la provincia de Almería, los municipios donde la Sareb cuenta con suelo son 17: Níjar, Tabernas, Terque, Berja, Paterna, Abrucena, Vícar, La Mojonera, Viator, Padules, Turre, Bédar, Cuevas del Almanzora, Laujar, Benahadux, Gádor y Alhabia.

El proyecto es el de proponer a los consistorios un plan de gestión concreto con alternativas para uso público, desde la construcción de alojamientos para familias vulnerables o a equipamientos públicos.

Según los datos proporcionados, los suelos seleccionados por Sareb para este uso están repartidos en municipios de 16 comunidades autónomas, siendo en la Comunidad Valenciana donde se ubican el mayor número de activos, con 1.183 suelos repartidos entre las regiones de Alicante, Castellón y Valencia. La cifra supone un 24,7% del total.

Según un informe realizado en 2023 por la consultora CBRE, Almería es junto a Toledo, en términos relativos, la provincia española con más suelo urbano por desarrollar, en total 13 millones de metros para poder construir hasta 110.000 viviendas nuevas. La mayoría de estos suelos está en manos de las entidades financieras y de la propia Sareb, derivadas de la época del boom inmobiliario y de la vivienda como valor refugio.