Estos son los nuevos desafíos de Ramón

El exalcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, se ha convertido en el gestor andaluz con más poderío, después del presidente Moreno. Sumará en total, a través de dos consejerías, siete negociados más la portavocía del Gobierno andaluz: los suyos: Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul; y los interinos: Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural. Tras el cese de la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, para ir de número 2 por el PP al Parlamento Europeo, Pacheco multiplica funciones, hasta que  el presidente andaluz acometa la anunciada remodelación de su equipo de Gobierno. En principio,   Pacheco soltará amarras de Agricultura inmediatamente ante o después del verano.  Pero fuentes del Partido Popular no descartan que  lo que suelte sea la consejería de Medio Ambiente y se quede con la de Agricultura.

En cualquier caso, el portavoz del Gobierno de la Junta tiene algunos retos en el sector agrario y pesquero a los que hincarle el diente, a pesar del carácter previsiblemente transitorio de su mandato. Uno de los principales es el de la sequía, que asola sobre todo al Almanzora y el Levante almeriense. Para neutralizar la falta de caudales para riegos se constituyó la Mesa de la Sequía en Andalucía, que debe seguir dando pasos, a pesar de que las últimas lluvias en Andalucía Occidental han propiciado el desembalse de más de 200 hectómetros de la cuenca del Guadalquivir. 

También tendrá que resolver el retraso que acumula la puesta en marcha de la desaladora Mar de Alborán, en Rambla Morales, a falta solo de unos permisos para poder tramitar la instalación eléctrica. Aunque en el fondo lo que late es una falta de acuerdo para dar la concesión de ese agua a los regantes de Níjar o a la empresa que gestiona la planta, Aqualia. En marcha está también una nueva desaladora en Cuevas del Almanzora y tendrá que seguir urgiendo a Acuamed para que repare la que quedó averiada hace 12 años.

Otros asuntos peliagudos  a los que se tendrá que asomar Pacheco con el del las sanciones a empresas del sector que importan ilegalmente de Marruecos, el relevo generacional en un campo que se marchita sobre todo en el interior de la provincia, unido al estigma de la despoblación rural. En el sector pesquero, el asunto más sensible es el del acecho de la UE al arrastre almeriense con reducción de esfuerzo pesquero.