La cruz eterna del agricultor: más kilos, menos dinero y más caro en el súper

El productor almeriense de invernadero ha cerrado campaña 2023-2024 con cifras agridulces o melodramáticas: por un lado ha visto crecer el peso de su producción intensiva el 14%, hasta los 3,8 millones de toneladas, con respecto a la temporada pasada, pero, por otro lado, ha cobrado menos, con una caída media de los precios en origen del 22%, según los datos de la organización Asaja. 

La pasada campaña, la del 2022-2023, el valor de la producción almeriense de primor fue más atractivo, con un alza del 23%, aunque teniendo en cuenta que los costes de producción se habían disparado el 35% en un bienio, mientras que la campaña que acaba de finalizar se han contenido de forma parcial.

Nada nuevo, por tanto, bajo el plástico almeriense que viene alternando, desde hace décadas, crecimientos con decrecimientos en el valor de las frutas y hortalizas, manteniéndose, sin embargo, una velocidad de crucero en cuanto al crecimiento de producción y número de hectáreas. En este sentido,  la superficie invernada urcitana ha alcanzado las 33.100 hectáreas, lo que representa un incremento del 0.61% en comparación con la campaña anterior. Además, la superficie en producción, considerando los dobles ciclos, se ha situado en 49.316 hectáreas, un 1% más que la campaña pasada.

Una de las claves en el incremento de la producción se atribuye principalmente a un mejor control de virus y plagas, a las condiciones climáticas favorables y a la propia expansión de la superficie cultivada.

En lo que se refiere a la campaña, el pimiento ha visto una caída del 33% en su precio medio, afectando su valor de producción pese a un aumento del 4% en producción. El tomate ha incrementado un 8% en producción, pero su valor ha disminuido debido a una caída del 18% en su precio. El pepino ha aumentado en superficie y producción, pero su precio medio ha caído un 22%. 

El calabacín y la berenjena han sufrido caídas significativas en sus precios medios, afectando sus valores de producción. El melón ha tenido un precio medio un 5% superior, y la sandía ha incrementado un 35% en producción y un 7% en su precio medio.

La conclusión es que el balance de la campaña hortícola 2023-2024 revela un crecimiento sólido en términos de superficie y producción, destacando el esfuerzo del sector por mejorar las técnicas de cultivo y gestión.  Sin embargo, la caída de los precios ha representado un desafío significativo para los agricultores, afectando negativamente el valor de la producción. Enfrentarse a estas fluctuaciones de mercado será clave para la estabilidad y prosperidad futura del sector hortícola almeriense.

A pesar de los desafíos económicos actuales, la resiliencia y capacidad de adaptación de los agricultores almerienses prometen un futuro próspero y sostenible para el sector hortícola de la provincia. También destaca cada vez más el crecimiento de la industria auxiliar almeriense con ventas en nuevos mercados.