Los regantes del Almanzora ya tienen sus nuevas obras de regadío

La Junta ha restañado los daños provocados por la descomunal riada de septiembre de 2012 en la comarca

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Manuel León
01:00 • 04 mar. 2014

Año y medio después de las inundaciones de 2012, los regantes del Almanzora ya cuentan de nuevo con sus canalizaciones en perfecto estado de revista. El agua brava de los ríos Antas y Almanzora destrozó tomas de riego, embalses, acequias y caminos rurales en aquel otoño fatídico.
Fue la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, la que presidió ayer la epopeya de dar de nuevo vida a todo ese entramado de conducciones subterráneas de los trasvases del Tajo -Segura y Negratín-Almanzora, que tanto representan para la economía de la comarca. Esta obras, en las que la Junta ha invertido 18 millones de euros, suponen, además del regadío de hortalizas, garantizar el abastecimiento de la población.




Trabajos de reposición Susana Díaz enfatizó a pie de obras, en El Saltador de Huércal-Overa, “el tiempo récord en el que se han ejecutado los trabajos de reposición de las conducciones con una longitud de 18 kilómetros”.
Para Díaz, la inversión tendrá un impacto para la economía de la zona y para sus 150.000 vecinos. “Esta conducción era una prioridad”, ha remarcado.
Aunque el agua almacenada en el pantano ha permitido atender de forma provisional tanto al consumo urbano como a los regadíos, la reposición de las conducciones es de vital importancia para la comarca, ya que asegurará el suministro con los recursos hídricos externos procedentes de los trasvases.  
En total, se han instalado 18,6 kilómetros de tuberías entre la Rambla de El Saltador –punto de confluencia de los trasvases- hasta el pie de la presa de Cuevas del Almanzora, con una capacidad de más de 200 millones de litros de agua al día, las nuevas tuberías podrán transportar el agua que consumen los cerca de 150.000 habitantes de la comarca y unas 24.000 hectáreas, de importantes producciones de frutales, cítricos y hortalizas al aire libre.
Estas obras de reposición de las tuberías -que incluyen también la construcción de una gran arqueta de derivación para la recepción de los caudales, ha supuesto una inversión de 18 millones de euros y la creación de 280 empleos.










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