Jardines Mediterráneo vende a Europa un millón de macetas para cultivar hortalizas

La empresa almeriense Jardines Mediterráneo desarrolla desde hace cuatro años un programa pionero en la provincia, el de la venta en el extranjero de macetas con plantas de hortalizas destinadas al autoconsumo, una práctica de cultivo doméstico que va en aumento en los hogares europeos.
Los inicios se dedicaron a las plantas ornamentales, pero poco a poco las pequeñas hortalizas se han ido abriendo paso en las preferencias de los consumidores, que también demandan macetas con plantas aromáticas para la cocina.

Dioni Freniche es el director de exportaciones de la empresa, a la que aportó una experiencia en los mercados internacionales de más de veinte años, y asegura que la demanda de macetas con aromáticas y hortalizas va en aumento y desde hace diez años el crecimiento ha sido constante; ni la crisis ha conseguido frenar esa demanda.
En los invernaderos de la empresa hay en la actualidad medio millón de plantas de diversas especies, y Dioni asegura que el cabo del año salen al mercado exterior más de un millón de estas macetas.

Hace unos años las ventas de macetas se limitaban a plantas ornamentales, de flores que los europeos gustan tener en sus viviendas: “para ellos echar en el carrito de la compra alguna maceta es un hábito común, algo que llevan haciendo de toda la vida”, explica Freniche, pero la novedad es que de un tiempo a esta parte se han incoporado a ese hábito macetas con plantas que les permiten disponer de producto fresco en sus cocinas.
El camino se abrió con las plantas aromáticas, “porque eso les permite tener en su cocina planta fresca con Romero, tomillo, albahaca, menta, yerbabuena o perejil; sólo tienen que cortarla y ya está lista para el consumo, y esa fórmula les resulta atractiva a los consumidores”.
Sin embargo la mayor revolución se ha producido en los últimos cuatro o cinco años con un incremento notable de la demanda de macetas con plantas de hortalizas o frutas que se cultivan en las propias casas y que les surten de productos para ser consumidos recién cosechados.

Lo más demandado son las hortalizas en formato mini, desde el tomate cherry a los pimientos dulces, pero también la berenjena y frutas como las naranjas, que pueden ser cultivadas en cocinas o en terrazas aprovechando el uso de la calefacción en los fríos países del centro de Europa.
Dioni Freniche afirma que el mercado ofrece mucha solidez “en aquellos países en los que los consumidores disponen de buen poder adquisitivo”, y por eso sus ventas se dirigen en especial al Reino Unido, Alemania,  Austria, Holanda, Bélgica o Francia. En Ingleterra, por ejemplo, se está vendiendo bien el pimiento picante “pero porque hay una amplia colonia extranjera que lo demanda”.