La complejidad que representa la ordenación de la producción y la comercialización agrícola de toda Europa se acentúa de forma sensible cuando se aborda particularmente la agricultura ecológica. Así parece desprenderse de las distintas opiniones y puntos de vista que genera el Reglamento que la comisión Europea propone actualmente, que aborda cuestiones referentes a la producción en si misma como en el etiquetado de los productos.
En la raíz de esta cuestión aparece, lógicamente, el tema de las certificaciones, auténtica piedra angular de esta modalidad agrícola.
El gerente de la entidad certificadora Agrocolor, Luis Miguel Fernández Sierra, entiende que es imprescindible unificar los criterios de certificación precisando “cuántas y con qué periodicidad deben sucederse las visitas a las fincas, cómo deben realizarse las pruebas analíticas y cuál debe ser la práctica a seguir en dichas pruebas”. En este sentido, Agrocolor ya ha expresado en reiteradas ocasiones las dificultades y confusiones que se derivan del hecho de que coexistan en las distintas Comunidades españolas diferentes contextos en los que se ampara la producción ecológica para ser reconocida como tal, con distintas actitudes por parte de la Administración competente en cada una de ellas.
Se da el caso, por ejemplo, de que en alguna Comunidad, el reconocimiento de la producción ecológica se canaliza a través de la pertenencia a asociaciones. En otras, como Andalucía, prevalece la certificación rigurosa a través de entidades reconocidas, como es el caso de Agrocolor.
El otro aspecto que vincula certificación pública y la Administración reside en el apoyo económico a la tramitación de la misma. En este sentido, Fernández Sierra entiende que el agricultor debería recibir apoyo público a la certificación durante el periodo de adaptación. “Después, debe ser el mercado el que ayude a soportar este coste”, concluye el gerente de Agrocolor. El nuevo Reglamento exige que la producción ecológica no comparta finca o unidad de explotación con un cultivo convencional. Sobre este aspecto, Fernández Sierra explica que la agricultura almeriense bajo plástico no mezcla nunca ambos cultivos y que, además, las certificaciones para la producción ecológica de Agrocolor exigen que una separación física añadida se interponga entre invernaderos de producto ecológico y de convencional.
Sin entrar en los detalles del nuevo Reglamento, el gerente de Unica Group Enrique de los Ríos, está convencido de que la producción y la comercialización ecológica necesita una regularización. Desde su punto de vista, el crecimiento experimentado en la última década en la producción ecológica en general y en la hortofrutícola en particular, necesita disponer de una normativa bien definida. La apuesta de Unica Group por el producto hortofrutícola ecológico se va a ver reforzada en el futuro con expectativas de crecimiento específicas estimadas en torno al 30 por ciento, bajo el convencimiento de que el consumidor va a reclamar este tipo de productos de manera creciente. Desde ese punto de vista, de los Ríos entiende que es necesario dar preferencia a lo que el consumidor espera a la hora de regularizar la producción y la comercialización de los productos ecológicos.
Coprohníjar mantiene una línea de producto ecológico muy definida, como alternativa a la generalidad de su catálogo, cien por cien de producción integrada. Su director comercial Mi
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/20/economia/62568/la-certificacion-ecologica-tendria-que-estar-unificada-segun-agrocolor