Almería será el lunes la ciudad española con más suelo protegido

El 80% del suelo que pasa a ser Zona Especial de Conservación está en manos de particulares en Alhamilla y El Alquián

Salinas históricas del Cabo de Gatao,
Salinas históricas del Cabo de Gatao,
Manuel León
01:00 • 05 jul. 2014

Almería será, a partir del lunes, la ciudad española peninsular con má superficie protegida. En la actualidad, la capital de la Alcazaba, que disfruta de un término municipal de 29.621 hectáras, tiene más del 30% de su superficie afectada por algún tipo de protección ambiental.
A partir del lunes, 6.718 nuevas hectáreas serán declaradas Zonas de Especial Conservación y sumará una superficie de casi el 60% de su suelo protegido contando también con el área de influencia del aeropuerto.
La nueva superficie protegida está incluida dentro  de las Zonas Especiales de Conservación de las Ramblas de Gérgal, Tabernas y Sur de Sierra Alhamilla, que dejan de ser zonas LIC y que suman una superficie de 22.300 hectáreas. Afectan a los términos municipales de Alhabia, Alhama de Almería, Almería, Alsodux Gádor, Gérgal, Níjar, Pechina, Rioja, Santa Cruz, Santa Fe de Mondújar, Tabernas, Terque y Turrillas, siendo la capital la más afectada.
Del total de esta nueva superficie protegida, el 80% son terrenos de titularidad privada.
Estas zonas comenzaron su tramitación como espacios protegidos a raíz de la directiva europea de 1992 de protección de hábitat y Aves. En 1995 es cuando se promueve la Red Natura 2000 y es ahora cuando se están convirtiendo en Zonas Especiales de Protección con carácter oficial. En Almería hay 24 LIC propuestos. que afectan a 269.000 hectáreas, desde Punta Sabinal a Sierra de los Pinos, que se transformarán en ZEC, como ha ocurrido ya con Cabo de Gata y Sierra Alhamilla.
Los propietarios privados afectados en la capital han creado una asociación, Aperna, que presentará alegaciones a esta nueva zona protegida porque entienden que penaliza sus tierras sin ninguna compensación económica y con cargas para sus titulares. Consideran que la tramitación se ha llevado con opacidad, sin dejarles participar y sin que ahora puedan desarrollar apenas actividad en sus tierras.
También hay pequeñas fincas rústicas de propietarios que emigraron cuando el éxodo rural y que desconocen toda la tramitación que se ha seguido hasta ahora.











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