Staig solicita concurso de acreedores para solventar su deuda financiera

Staig, promotora inmobiliaria administrada por los hermanos José y Francisco Díaz Carrasco, ha solicitado  concurso de acreedores para mantener a flote la compañía.
A partir de ahora, el juez de lo Mercantil de Almería deberá valorar la demanda para instar a la firma de un convenio entre Staig y las entidades financieras fiadoras que garantice la viabilidad de esta empresa señera en Almería.
 Staig ha sido durante más de tres décadas una de la empresas más solventes del sector pero en los  últimos años no ha sido ajena a la crisis generalizada y ha acumulado deuda financiera que tratará de amortizar a través del convenio de acreedores. José Díaz, administrador de la sociedad que tuvo hace tres año el Premio Actualidad Económica  a la menor trayectoria empresarial, se mostraba ayer confiado en que se trata de un paso que hay que dar para reforzar la solidez de la empresa. “Llevamos 32 años siendo promotores y continuaremos adelante para tranquilidad de empleados y proveedores, además tenemos ya proyectos para hacer obra nueva, solo hemos pedido un poco de tiempo a las entidades y ellos son los que nos lo han propuesto”, indicó Díaz.
Staig fue una de las empresas que con más intensidad construyó en la zona de la Vega de Acá a partir de los años 90, desde que adquirió el suelo de la antigua fábrica de papel La Celulosa para promover el actual polígono industrial y comercial de 80.000 metros cuadrado.
Las viviendas sociales de la Celulosa recibieron el Premio Arco del Colegio de Arquitectos como mejor obra arquitectónica de la provincia.
En los últimos años, Staig negoció con bancos la financiación ventajosa de viviendas a sus clientes para impulsar una actividad lastrada por la crisis, por la caída de la demanda y por los efectos de la recesión mundial.

Los señores de la Vega
Jardines de la Vega o Jardines de la Goleta son algunas de las denominaciones comerciales de los residenciales construidos en los últimos años por la familia Díaz. Staig ha contribuido al desarrollo residencial y comercial de la Vega de Acá, Sierra Alhamilla y la Avenida del Mediterráneo junto a otros promotores como Mañas Cano, Jarquil, Prasa, Osuna o Remasa. Años de crecimiento urbano, del impulso del ladrillo donde hoy viven miles de jóvenes familias en antiguos terrenos agropecuarios.