Los invernaderos de Almería limpian 280.000 toneladas de C02 durante cada año

Almería disfruta del mayor bosque cubierto del mundo: 28.576 hectáreas vegetales techadas con una gran cúpula de plástico que hace que se multiplique su productividad temprana con el menor coste medioambiental posible. El Poniente almeriense, el Campo de Níjar y el Bajo Andarax son auténticos tragaderos de dióxido de carbono (CO2), el principal artífice del calentamiento global del planeta.
El estudio ‘Los Invernaderos de Almería. Análisis de su tecnología y rentabilidad’, editado por Cajamar, revela que cada hectárea invernada libera a la atmósfera de 10 toneladas de CO2 al año, lo que significa casi 30.000 hectáreas menos de este gas nocivo si se da en altas proporciones.
Así lo indica Roberto García Torrente, del sector agroalimentario de Cajamar, quien considera que la provincia debe poner en valor las ventajas que supone la producción hortofrutícola bajo plástico y el salto cualitativo dado con el control biológico  de plagas.

Competitividad
Según el estudio, realizado por los profesores Diego Valera, Luis Belmonte, Francisco Molina y Alejandro López, de la Cátedra Cajamar de la UAL, el ‘Modelo Almería’ es probablemente el más adaptado  al nuevo contexto de exigencias de los consumidores europeos, que demandan gran calidad en los productos hortofrutícolas con el menor coste medioambiental posible, y sus producciones medias son competitivas frente a otras zonas con invernaderos sin elevada tecnología, especialmente la utilizada para modificar su microclima.
El estudio, el más completo realizado sobre los invernaderos de Almería y que recoge un análisis exhaustivo de 16 años, indica como, conclusiones generales, que la combinación de invernadero tipo Almería y suelo arenado continúa después de 50 años “gozando de una excelente salud, puesto que es la alternativa que mayoritariamente se ha mostrado más rentable”.
 Sólo en los ciclos largos, especialmente los de tomate, adquieren relevancia estructuras de tipo multitúnel, que también son interesantes en algunas especialidades como las de pepino, donde a veces se utiliza además calefacción. Por otra parte, indica que los invernaderos de Almería son muy eficientes en el uso de la energía, ya que en ellos se obtienen más kilogramos de frutas y hortalizas por unidad de energía consumida en comparación con otras zonas de invernaderos muy tecnificados, aunque también con mayores rendimientos por metro cuadrado.

Alerta
Las 28.576 ha invernadas tienen un marcado carácter exportador, aportando la mayor cuota al comercio internacional agroalimentario de Andalucía.
No obstante, alerta de que continúa la pérdida de renta de los agricultores debido a que los precios reales percibidos, descontando la inflación, siguen una tendencia estructural descendente.
“Es por ello de gran utilidad para el sector establecer el nivel tecnológico que hace permite rentabilizar cada cultivo. El núcleo central de este nuevo enfoque es el cultivo, siendo la tecnología la que se adapta a él”, recomienda.
Está perfectamente documentado que los invernaderos de Almería son, desde hace décadas, el auténtico motor del desarrollo socioeconómico y demográfico de la provincia de Almería.
 Las producciones y el valor de las mismas reflejan, campaña tras campaña, ser el núcleo central de la economía provincial.