Los bodegueros de Laujar reclaman atención tras el desastre del granizo

A medida que pasan las semanas crece el malestar entre los viticultores y los bodegueros de comarca de Laujar-Alpujarra. Hace casi dos meses que una fuerte granizada destruyó la mayor parte de la cosecha y, hasta la fecha, “sólo hemos recibido promesas, pero de ayudas nada de nada”.
Lo dice el presidente de la Asociación de Bodegueros y Viticultores de Laujar-Alùjarra, Bernardo Vique, que se hace eco de las quejas de los empresarios y agricultores integrados en esta asociación, nacida para la defensa de sus intereses.

Sin respuestas Desde que la noche del 23 de junio pasado el granizo hiciera estragos en los cultivos de vid de la zona, los productores esperan respuestas a sus demandas de ayuda, pero por ahora no las han tenido. Están quejosos porque “con esto del veto de Rusia se han dado mucha prisa en pedir ayudas a Europa, pero de nuestro problema nadie parece querar ocuparse”.
Y la cuestión es que se trata de un problema grave porque si las pérdidas por el veto ruso pueden suponer unas pérdidas de 13 o 14 millones de euros, las derivadas de la pérdida de la cosecha de uva suman en torno a ocho, “pero a nosotros no se nos facilitan las cosas, no se nos conceden ayudas y nadie parece preocuparse del problema más allá de las palabras de ánimo o de consuelo”.

La cosecha Vique explica que esta campaña la vendimia sufrirá un descenso de volumen superior al ochenta por ciento, lo que supone que se pasará de los alrededor de dos millones de kilos de uva a apenas 400.000. Pero el problema no acaba ahí ya que de esos 400.000 kilos la mitad no podrá ser utilizada para la elaboración de vinos de calidad al haber sufrido desperfectos el fruto. El destino único de esas uvas tendrá que ser la alcoholera, con mucho menos valor del habitual.

Marginación  Los bodegueros y vicitultores se sienten ninguneados por las administraciones públicas, sin hacer distinción entre la Junta de Andalucía o el Gobierno cental “porque de ninguno de ellos hemos tenido una respuesta a nuestras demandas”.
Se quejan los productores de esta comarca vinícola de esa falta de atención y de que los representantes políticos de las administraciones “vinieran en los primeros días y no hayamos vuelto a saber nada de ellos. Podría parecer que lo único que les interesaba era hacerse la foto”.
Reclaman atención porque para la zona “es un problema muy importante porque aquí hay cientos de familias que viven de la uva y de la elaboración del vino”.