Los productores almerienses no están satisfechos con los planes que se van conociendo para compensar las previsibles pérdidas que tendrá el cierre del mercado ruso decretado por Vladimir Putin como represalia por las sanciones de la UE tras su intervención en el conflicto de Ucrania.
Y no lo está porque consideran que no se están concretando las ayudas, ni se han establecido plazos en firme ni se han cubierto las eventualidades de un desplome de los precios motivados por el veto ruso.
Intranquilidad Por el momento hay medidas, sí, pero para productos como el melocotón o la nectarina, de cultivo residual en la provincia, mientras que el grueso de la producción que los almerienses destinan a Rusia, es decir las hortalizas, aún no tienen clarificado el horizonte de unas supuestas ayudas que apenas se han esbozado.
Lo advertía ayer Andrés Góngora, secretario provincial de Coag y responsable a nivel nacional del sector de las hortalizas en la organización agraria: “Bruselas se ha centrado en los sectores que están ahora mismo en producción, pero hay que tener en cuenta que el veto es de un año, por lo que no se puede olvidar el resto de sectores”.
La retirada También crítica la representación de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), que habla abiertamente de descontento y de desconfianza “por las pocas aclaraciones en relación a la retirada de productos agroalimentarios; aún no sabemos a qué productos afectará, en qué condiciones y cuándo se procederá a la retirada, y eso son demasiadas incertidumbres para un sector agrario que necesita respuestas”.
Exclusiones Coag recela de las medidas propuestas hasta el momento por Bruselas porque de los 125 millones de ayudas anunciadas nada o casi nada llegaría hasta Almería. Esto es así porque, al menos por el momento, quedan excluidos de ese presupuesto indemnizatorio productos como los cítricos, varias hortalizas, la patata o el porcino, productos que tienen una notable presencia en la agricultura almeriense.
Cierto que el Ministerio de Agricultura defiende que ese presupuesto sufrirá modificaciones cuando cada uno de esos sectores entre en producción y se comprueben los efectos reales del veto ruso en los mercados.
Piden calma Mientras tanto la ministra y el Gobierno piden calma al sector porque a su juicio aún es pronto para saber si las medidas adoptadas por la Comisión Europea son o no suficientes.
Una calma que parecen no tener los agricultores. Carmen Crespo, delegada del Gobierno en Andalucía, pedía ayer tranquilidad y aseguraba que el Gobierno empleará “todos los recursos necesarios” para paliar loe efectos del veto ruso.
Desde Andalucía la consejera de Agricultura, Elena Víboras, reclama que productos como el calabacín o la berenjena se incluyan en la lista de productos protegidos, y lamenta que aún no se hayan concretado las ayudas.
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