Adra reclama más agua del pantano de Benínar para regar su Vega

El Consejo Municipal Agrario del Ayuntamiento de Adra ha celebrado sesión ordinaria, donde se han analizado los principales asuntos relacionados con la agricultura que afectan al municipio. El Consejo está formado por representantes del Ayuntamiento, representantes de las tres principales organizaciones agrarias de la provincia de Almería, como COAG, Asaja y UPA, de las empresas de comercialización, de las comunidades de regantes, de los almacenes de fitosanitarios y un representante del Partido Socialista.

El agua de Benínar El Consejo Municipal Agrario ha reivindicado la llegada a Adra de los 3 hectómetros cúbicos de agua, procedentes del Pantano de Benínar, avalado por la Junta Central de Usuarios del Río Adra, considerando que estos 3 hectómetros cúbicos de agua le corresponden a Adra por “derecho, justicia e historia”.
Este órgano considera que todas las peticiones son” justas, necesarias y compatibles”, sin negarse a que el agua del pantano se utilice en otras zonas del Poniente, como ocurre en la actualidad, pero considera que se tiene “el mismo derecho  de usar ese agua para mejorar la calidad para el riego de la Vega de Adra”.
Otra de los análisis más importantes fue la gran preocupación  por la situación insostenible del Río Adra y la falta de limpieza del cauce del mismo.  El alcalde se quejó de la gran cantidad de requerimientos realizado a la Junta para la limpieza, sin haber obtenido aún respuesta, aunque  confía en que fructifiquen los contactos realizados.
El Consejo  analizó la situación de limpieza del campo y su importancia tanto para la producción como para la imagen. De hecho ha avalado la llegada de una nueva planta de transferencia intermedia de residuos de invernadero, aprobada en pleno, al paraje de la Cañada de Olvera.

Tierras roturadas Por último, se ha analizado la petición a la Junta del cambio de uso de terrenos protegidos de la zona de poniente de Adra hasta el límite con Granada, respetando la cota 230. Hernando, reconoce que existe un compromiso de dar vía libre a todas las hectáreas que estuvieran roturadas antes de 2002, antes de la entrada en vigor del POTPA, catalogadas como terreno agrícola y conn un desnivel inferior al 10%, en total unas 64 hectáreas de cultivos protegidos.