Vuelven los agricultores a Palacio

Más de 5.000 asistentes y 130 empresas participan en la primera jornada de la nueva feria de la horticultura Infoagro

Inauguración ayer de la InfoAgro en el Palacio de Congresos de Aguadulce
Inauguración ayer de la InfoAgro en el Palacio de Congresos de Aguadulce
Manuel León
01:00 • 20 may. 2015

Un portal de Internet, sin hacer mucho ruido, sin muchos medios más allá que la capacidad de convencimiento ante la puerta fría, ha conseguido recuperar la ilusión por celebrar un foro agrícola en la cuna del invernadero, con 130 empresas expositoras.
La estimación de los organizadores, a última hora de ayer, es que pasaron por el torno de la InfoAgro Exhibition más de 5.000 personas en la primera de las tres jornadas de la que se compone esta muestra que se celebra en el Palacio de Congresos de Aguadulce y que aspira a llegar a las 20.000.
No es, sin embargo, lo que más preocupa a Rodrigo Sánchez, el director del evento, al menos no tanto como que esta feria se consolide, que no sea flor de un día, que gane la liga de la regularidad con la participación de los agricultores y comercializadores.
Vuelve Almería, la capital mundial de la agricultura bajo abrigo, a contar con una feria hortofrutícola que promete. Tras la disolución de la Expo Agro en 2011, que sobrevivió 30 años, la provincia que produce una cuarta parte de las hortalizas andaluzas, permanecía en barbecho, con la brújula orientada exclusivamente a Madrid y Berlín.




El  viejo oficio




Se había quedado huérfana de un foro de cierta relevancia, hasta que ayer irrumpió esta animosa InfoAgro  por la que nadie apostaba demasiado. Están representados todos los segmentos del viejo oficio de campesino: desde comercializadoras a empresas de riegos, semillas y semilleros, control biológico, plásticos, fertilizantes y suministros. Y está la investigación, con la Universidad al frente y un ciclo de conferencias sobre todos los temas de debate en el sector.
Vuelve, por tanto, a respirarse el  aroma de las mejores ferias, a reverdecer laureles, no tanto como centro de negocio sino como ágora donde intercambiar epistemología  sobre un sector que es una olla en ebullición; sobre una actividad milenaria, neolítica, en la que un centímetro más de malla, una mayor o menor ventilación, unos bichos mejor o peor dotados pueden ser clave en la cuenta de resultados.
La intención de los organizadores, sin tocar a rebato de grandes aventuras por ahora, es la de crear un punto de encuentro anual entre el agricultor y las empresas agrícolas, para que puedan dar a conocer a sus clientes los productos, innovaciones y ofertas que se engendra en el sector.
Por allí pasó ayer el consejero José Sánchez Maldonado quien avanzó que el peso de la industria hortofrutícola es punta de lanza de la economía andaluza con un crecimiento en exportaciones del 80%, hasta los 8 millones de toneladas de productos hortícolas andaluces, la mayoría ungidos bajo el plástico almeriense.
Pinta bien, por tanto, este nuevo invento para acunar  un sector que genera más de una cuarta parte de la riqueza de la provincia.
Aún hay notables ausencias en el escuadrón de las comercializadoras, de las grandes cooperativas y alhóndigas, que se muestran cautas ante esta nueva feria.
Pero algo pasó ayer de nuevo frente al mar de Aguadulce: los agricultores volvieron a llenar  el Palacio, como lo hacen en la Expo de Níjar. Y ese es el mejor termómetro para medir la calentura de esta nueva feria del milagro urcitano.




Con el rabillo del ojo en la agenda de campaña




Con la agenda repleta de mítines y actos de campaña deambuló la comitiva por las moquetas del Palacio de Exposiciones de Aguadulce. No hubo ocasión de abrir el piso superior, quizá la próxima edición sí, pero la planta principal aparecía mullida, entreverada de firmas comerciales, de abejorros y semillas, de pimientos California y de jarabes para las plantas. Allí estaba, en el enjambre inaugural, el consejero Maldonado, sin bufanda esta vez, Gabriel Amat, Sonia Ferrer, Diego Martínez Cano, anfitrión, Adriana Valverde, Ortiz Bono, Oscar Líria, Javier Aureliano, Jesús Caicedo, el concejal Manzano, Pedro Roque Molina y el artífice del ingenio: Rodrigo González. Entre flashes, se fueron abriendo paso, merodeando expositores coronados por sandías colosales y plantones de hortalizas; adorando, como un vellocino, un artefacto llamado dron para hacer mediciones agro, mirando, eso sí, con el rabillo del ojo la agenda de campaña.







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