Palangreros de Carboneras se ven forzados a vender su cuota de atún a barcos catalanes

El precio del atún por los suelos, la organización  internacional que regula su pesca (Icatt) imponiendo recortes de capturas y, mientras tanto, miles y miles de ejemplares de este pelágico migratorio reproduciéndose como las arañas y convirtiéndose en una amenaza para otras pesquerías como las del pez espada.
Esta es, junto a otras razones, la lista de agravios que esgrimen los palangreros de Carboneras cuando se les pregunta por qué venden la cuota de atún a empresas en vez de salir a pescarlos.
Esta temporada han vuelto a hacerlo: la mayoría los barcos marrajeros del puerto almeriense han vendido el porcentaje que les corresponde a la empresa Balfegó con sede en Tarragona. Se trata de una transacción permitida por la normativa y que se produce, según la Organización de Productores de Carboneras “porque sale más a cuenta ceder la cuota que salir a pescarlos con tan bajo porcentaje autorizado”. El ancestral puerto pesquero carbonero está autorizado a pescar 600 toneladas de atún rojo para a repartir entre más de una veintena de embarcaciones. Eso supone el 13% del total, lo que hace inviable salir a pescar por el escaso porcentaje autorizado. Los armadores con base en este muelle, por tanto, traspasan esta cantidad a esta empresa catalana  que comercializa atún al por mayor para Japón a cambio de un precio pactado.
Los armadores carboneros consideran que no existe un reparto proporcionado de cuotas por parte de las autoridades, puesto que seis traíñas (cerco) de otros puertos mediterráneos se llevan el 28% de la cuota.
Carboneras utiliza una pesca artesanal de anzuelo que es selectiva en la captura, frente a la pesca de cerco catalana que lo hace a base de redes no selectivas.
La Comisión Internacional del Atún Rojo (Iccat) es quien establece las cuantías, pero según los armadores de Carboneras, este organismo no ha sabido aún diferencial la pesca artesanal carbonera de las jaulas y redes de deriva.