Almeriplant es el primer vivero de almendra de toda Europa

Almeriplant es el mayor vivero de almendra de Europa. Un liderazgo que es fruto de una dilatada trayectoria en la que se ha combinado el esfuerzo técnico y empresarial con una estrecha colaboración con los principales centros de investigación agronómica de España. Más allá de esa fórmula, también es preciso reconocer la voluntad de uno de sus socios, José Antonio Santorromán, que se crió entre almendros en su provincia de origen, Huesca.

Esta campaña Almeriplant tiene previsto alcanzar la cifra de cuatro millones de plantas, habiendo duplicado recientemente ese registro. Pero esta cifra no representa un límite por muy alta que parezca. Las previsiones que se manejan en esta apuntan a cifras mayores en los próximos años, a tenor de las expectativas del mercado de la almendra a nivel mundial y, sobre todo, por la tendencia al alza de la cotización de este producto.  

Almeriplant exporta un 20 por ciento de toda su producción, sobre todo a Turquía, Marruecos, Italia o Portugal.

Claves Isabel  Usero, técnico de Almeriplant,  explica las razones de este éxito, que ha precisado un gran esfuerzo empresarial y técnico en Almeriplant, entre las que destaca la seguridad fitosanitaria y la resistencia, garantizada por la homogeneidad genética de las variedades que se utilizan. Cuatro o cinco años después del trasplante, basta cortar un tronco para comprobar como la integración en la zona del microinjerto de los vasos que recorre la savia es perfecto.   Detrás de estos resultados existe un trabajo de alta cualificación que ha ido perfeccionándose con el tiempo y que es fruto de un estrecho contacto con todos los centros de referencia implicados en el cultivo del almendro, un aspecto que Usero considera de excepcional importancia. 

La técnico de Almeriplant  hace hincapié en el hecho de que esta empresa está autorizada a trabajar con todas las variedades desarrolladas en cada uno de los centros de investigación de España. Es el caso del Ifapa en su centro de Córdoba, el CITA de Aragón, el IRTA de Tarragona o el CEBAS de Murcia. Cuatro de ellas (vairo, marinada, constantí  y tarraco.), en régimen de exclusividad, a raíz de una implicación muy especial con el IRTA.

El microinjerto  parte de un portainjerto diminuto obtenido por propagación in vitro.  El desarrollo de la planta se produce en las más estrictas condiciones en cuanto a sanidad vegetal.