No son aún pepitas de oro, pero van acercándose. El grano de almendra se está pagando en Almería esta campaña a precios nunca conocidos hasta ahora: 3 y 4 euros con cáscara y 9 y 10 euros pelada.
Han influido varios factores a la vez para esta espiral de precios al alza, como si de un mercado bursátil se tratase: en primer lugar el proceso de reconversión de los almendros de regadío de California, con las plantaciones paradas, que ha hecho que el principal suministrador mundial, con casi un millón de toneladas, deje el mercado muy mermado.
Otro factor está siendo el aumento de la demanda asiática, principalmente India y China, y por último la sequía en la provincia, que ha provocado una caída de producto del 50% este año y del 70% el anterior.
Eso ha propiciado en la provincia la formación de una ‘burbuja del almendro’ con un incremento aproximado de 10.000 hectáreas en las dos últimas campañas.
Efecto llamada Lo confirma Francisca Iglesias, secretaria provincial de UPA, “hay lista de espera para poner almendro, donde antes había olivar o fruta dulce y da un poco de vértigo porque el almendro necesita un periodo de cuatro o cinco años para dar rendimiento, nadie sabe cómo evolucionarán los precios a largo plazo, teniendo en cuenta que para esa fecha California habrá finalizado su proceso de modernización de plantaciones y estarán a pleno rendimiento 16.000 nuevas hectáreas en Australia para abastecer a Asia”.
El almendro almeriense es de secano casi en el 100%, sumando unas 70.000 hectáreas con el incremento de esta última campaña, de ellas, 20.000 en ecológico, que se pagan a un euro más por kilo. Solo hay 2.000 hectáreas de regadío con agua del Negratín en Albox y Huércal-Overa.
Los productores almerienses produjeron la última campaña 3,3 millones de kilos con un valor de 20,7 millones de euros. Almería acapara el 6% de la cuota nacional y es la segunda de Andalucía, tras Granada, en producción, pero la primera en rendimiento por hectárea. En España, solo superan a Almería Tarragona, Alicante, Albacete y Murcia.
No obstante, Iglesias considera urgente la necesidad de una reconversión para renovar árboles y variedades como la marcona y la larguetta. En California obtienen 2.000 kilos por hectárea, mientras en Almería no se rebasan los 400 kilos con cáscara. Las principales zonas productoras con el Alto Almanzora, con Oria a la cabeza, los Vélez y Nacimiento.
Los señores del precio Los productores almerienses venden la almendra a grandes empresas alicantinas y murcianas como Crisol y Arboreto- con la marca Borges- Mañán o Pons, de Mallorca. También hay iniciativas provinciales con nave de repelado y descascarado como Almendras Utrera, en Albanchez, Almendras Almería, en Gérgal, o Calconut, en Pulpí. La recolección, que empezó a mediados de agosto, está a punto de finalizar.
Objeto de deseo para los rateros rurales
La almendra almeriense, esa sublime yema pálida una vez pelada, se está convirtiendo en objeto de deseo por parte de los cacos rurales. El alto precio que alcanza en los almacenes, dejando atrás esos años en los que se pagaba a 0,80 euros con cáscara, ha dejado de ser un secreto para los enemigos de lo ajeno. “En la actualidad, un saco de almendras es uno de los botines más preciados en el campo almeriense”, expresa un productor de Lubrín que ha obviado identificarse. La pasada semana, agentes de la Guardia Civil detuvieron a tres vecinos de Huércal-overa tras sustraer 450 kilos de almendra en varias fincas agrícolas de la localidad. Es solo la punta del iceberg, porque muchos de los casos no se denuncian. Los hurtos se cometen directamente vareando el árbol, con una lona en el suelo, o adueñándose de los sacos con el fruto antes de su traslado a los almacenes.
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