Tres años justo lleva varado en la zona septentrional de la Avenida del Mediterráneo el edificio del antiguo hotel Vincci, propiedad de la familia Mañas Cano. Desde que echara el cierre a finales de 2012, su futuro ha sido vacilante, con algunas aproximaciones de cadenas nacionales o la posibilidad de reconvertirse en un bloque de apartamentos.
A la postre, 36 meses después de que la familia Calero, sus arrendatarios, dejaran la explotación, se ha llegado a un acuerdo a través de una tercera vía: el contrato de alquiler por más de 10 años entre los Mañas y un grupo de tres socios locales que permitirá que, en unas semanas, comiencen las obras de rehabilitación para que el establecimiento de cuatro estrellas reabra sus puertas en torno al mes de marzo generando un empleo directo e indirecto de 50 personas. El proyecto de readaptación, sobre un edificio diseñado por los arquitectos Luis Pastor y Luis Fernández hace unos 15 años, busca redistribuir habitaciones y espacios en una idea novedosa en Almería, con un gran protagonismo para la restauración.
La parte alta de la Avenida del Mediterráneo es una de las zonas de la capital con más competencia hotera: allí rivalizan varios establecimientos como el Trip Indalo, el Gran Fama y el Elba más la vuelta a a la arena de este antiguo Vincci que operará con una nueva denominación que aún no se ha dado a conocer.
El Vincci abrió sus puerta el 15 de febrero de 2002, aunque fue inaugurado oficialmente dos meses más tarde, de la mano del consejero delegado de la cadena, Rufino Calero y con la presencia del entonces alcalde Santiago Martínez Cabrejas. Calero, fundador de la cadena Trip que vendió a Sol Meliá, volvió a levantar un nuevo imperio hotelero en 2001, siendo Almería una de sus plazas iniciales.
Vincci aguantó diez años, en una época de fuerte actividad económica en la ciudad, con el señuelo de los Juegos Mediterráneos y con la cercanía de las Galerías Comerciales y las nuevas urbanizaciones próximas. Pero no pudo mantener las expectativas económicas trazadas de 15.000 ocupaciones y tuvo que cancelar por anticipado el contrato de 15 años con Mañas pagando una penalización incluida en la cláusula de rescisión.
El hotel cuenta con 72 habitaciones dobles y 6 suite, en total 162 plazas distribuidas en 6 plantas, más un patio inglés y zonas de trabajo y de celebraciones como hotel urbano y vacacional. Vincci se mantiene en Almería como operador del Hotel La Envía, propiedad Cajamar.
Los vaivenes de la planta hotelera
El Vincci fue uno de esos hoteles hijos de los días alegres de la ciudad; de la llegada del siglo XXI preñado de inversiones con la vista puesta en los Juegos Mediterráneos y en todo el caudal de dinero. Es verdad que llegó esa ríapitá, pero igual que llegó, se desvaneció cuando se marcharon los atletas, cuando el Toyo se estancó, cuando desaparecieron los pies descalzos de Juan Imedio jugando al golf, cuando empezaron a visionarse las primeras quiebras inmobiliarias. Ahora, parece -solo parece- que vuelve a barruntarse un pequeño repunte en el consumo y los hoteles urbanos pueden llevar la delantera en la senda de la recuperación.
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