La lucha biológica, el uso de ‘bichos’ capaces de destruir a los que producen plagas en las explotaciones, forma ya parte de la cultura agraria almeriense pero, además, los agricultores están convencidos de que es la mejor forma de encarar el futuro.
Es la conclusión, ‘grosso modo’, del estudio realizado por la Interprofesional de Frutas y Hortalizas (Hortyfruta) a través de 1.145 encuestas a otros tantos productores de la provincia de Almería y de la zona agrícola de la costa de Granada.
Modelo creciente
Para más del noventa por ciento de los productores consultados para el estudio el control biológico de las plagas no sólo es una realidad a estas alturas, sino que además seguirá aumentando en el futuro porque ofrece respuestas adecuadas no sólo a la hora de producir, sino a la hora de comercializar.
El incremento de las superficies que se cultivan con la lucha biológica ha permitido que en la actualidad más del 75 por ciento de las hectáreas cultivadas en la provincia lo hagan mediante esta técnica de producción integrada, lo que supone unas 23.000 hectáreas de las casi 30.000 que conforman el censo provincial de cultivos intensivos.
Superficies
El record absoluto lo ostenta el pimiento ya que más del 98 por ciento de las hectáreas dedicadas a esta hortalizas están ya en el control biológico. Le sigue el tomate, que ha vuelto a crecer en la última campaña hasta alcanzar un 85 por ciento del total de la producción. La berenjena se coloca en el tercer lugar con un 80 por ciento.
Pepino y calabacín son, por contra, las hortalizas en las que menos se ha extendido el control biológico. Según el responsable del Departamento de Técnicas de Producción de Coexphal, Jan van der Blom, esto es así porque las cucurbitáceas son cultivos mas cortos que el resto de las hortalizas en los que la instalación de ‘bichos’ es más difícil por los ciclos cortos.
Pepino y calabacín se ven además más afectados por la presencia de hongos para los que aún no se dispone de soluciones eficaces en la lucha biológica. Por último, la presencia del virus Nueva Delhi al que hay que hacer frente con rapidez, y en ese terreno siguen siendo más eficaces, y sobre todo más rápidos, los fungicidas químicos.
Van der Blom sostiene además que los agroquímicos han aumentado de forma notable su eficacia y lilmitado la generación de residuos, tanto por un menor uso como por formulaciones que no generan problema al producto.
Convencidos
De las 1.145 encuestas realizadas por Hortyfruta para elaborar el estudio el 98 por ciento de los consultados ya utilizaban el control biológico en sus cultivos. El 05 por ciento están satisfechos con los resultados y el 94 por ciento de ellos cree que este sistema de cultivo aumentará en el futuro.
Rafael Peral, director general de Industrias y Cadena Agroalimentaria de la Junta, afirmaba ayer en la presentación del informe que este será una herramienta importante para seguir avanzando en esa línea, y destaca la agilidad del sector hortofrutícola almeriense para adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores europeos.
Sin residuos
Para Jan van der Blom la extensión del control biológico ha tenido un excelente efecto sobre la salubridad de las hortalizas almerienses, hasta el punto de que ya no existen los problemas de residuos y de alarmas sanitarias que se daban en otros tiempos, “lo que hace que cumplamos con creces las exigencias no sólo de los clientes, sino también de las normativas comunitarias”.
Mónica González, responsable de Control Biológico en Las Palmerillas de Cajamar, , sostiene que este es una técnica consolidada en Almería “que nos permite diferenciarnos de producciones de otros orígenes”. Afirma que se trata de un modelo de producción adecuado “en el que todos hemos de ir de la mano”.
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