El campo se para hoy en señal de protesta

Los agricultores denuncian la situación que padecen por culpa de los bajos precios

Presentación de la jornada de huelga
Presentación de la jornada de huelga
Jacinto Castillo
23:19 • 03 feb. 2016

El campo se para hoy porque  los agricultores almerienses no pueden hacer frente a la caída de los precios de los principales productos a lo largo de los últimos meses, según las organizaciones convocantes COAG y ASAJA. 
El sector hortofrutícola almeriense, pero también el de la costa granadina y el de otras zonas afines de la provincia de Murcia como son Totana o el Campo de Cartagena, tienen  en su agenda este 4 de febrero como jornada de protesta por la situación que están viviendo los agricultores a lo largo de la presente campaña, caracterizada por cotizaciones extremadamente bajas hasta hace un par de semanas. 




El paro convocado tendrá una duración de 24 horas y vivirá su momento álgido a partir de las tres y media de la tarde con motivo de la concentración de agricultores que tendrá como escenario el Parque de las Almadrabillas, desde donde partirá una manifestación. 




El itinerario previsto para dicha manifestación parte de la  Ribera de las Almadrabillas, recorriendo Avenida Federico García Lorca, calle Obispo Orberá, Puerta de Purchena, Paseo de Almería para finalizar  en la Plaza de las Velas de la Rambla de Almería. En este lugar las organizaciones convocantes se dirigirán a los agricultores en lo que se espera que sea un alegato sobre los motivos que han conducido a este paro.




La protesta tiene como peculiaridad el que se va a desarrollar en el día central de la feria Fruit Logistica, coincidencia esta que imprime un carácter especial a la jornada de protesta. Cabe esperar que sus reprecusiones lleguen hasta Berlín, donde se da cita todo el sector a nivel europeo.




La convocatoria de esta acción de protesta que COAG y ASAJA dieron a conocer días atrás ha tenido como respuesta por parte de  COEXPHAL, la predisposición a sumarse al paro, si bien en atención a una solicitud de colaboración presentada a la patronal exportadora por parte de UPA.  En cualquier caso, y más allá de las siglas, lo cierto es que los promotores de esta acción esperan una amplia respuesta por parte de las comercializadoras, no sólo por la predisposición expresada por la dirección de COEXPHAL, sino por el compromiso manifestado por un amplio número de cooperativas, alhóndigas y comercializadoras en general, tanto del Poniente como del Levante, además de las zonas antes citadas de Murcia y Granada. 
En el caso de la  costa granadina, está prevista hoy una concentración al filo del mediodía, que partirá posteriormente en dirección a la capital almeriense para sumarse a la manifestación.




Desde finales del pasado año, ambas tanto COAG como ASAJA han venido desarrollando una intensa labor de denuncia, motivada fundamentalmente por las bajas cotizaciones. 
El principal foco de atención en las posturas de estas dos  organizaciones ha sido la debilidad de la posición del agricultor frente a la comercialización, al tiempo que ha apuntado también hacia las consecuencias de la entrada excesiva de tomate marroquí en la Unión Europea,  sin que se hayan activado los mecanismos de control que establece el propio Acuerdo entre Marruecos. 




También las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) han sido objeto de reflexiones críticas por parte de Andrés Góngora, secretario provincial de COAG Almería, y de Francisco Vargas, presidente de ASAJA Almería. En concreto, ambos coincidieron en denunciar la inhibición de las OPFH, a la hora de poner en marcha los mecanismos de gestión de crisis previstos en la legislación europea y que la situación de los precios parecía aconsejar. Unos mecanismos que tienen en la retirada de producto su punto fuerte y que han sido reclamadas desde las organizaciones agrarias convocantes.




 De manera bastante explícita,  COAG y ASAJA han sido contundentes a la hora de encontrar explicación a esta actitud de las OPFH, remitiéndose en último extremo, a las relaciones entre empresas comercializadoras y grandes cadenas de distribución como las principales claves de la situación que están padeciendo los agricultores. 



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