Claveles y músicas del mundo: la receta para una batalla multitudinaria

Ya una hora antes de que comenzara el desfile, la Puerta de  Purchena vivía el bullicio de los días grandes. No en vano, a las siete y media de la tarde de este lunes ha salido de la avenida Pablo Iglesias la que es desde hace unos años la única cabalgata de feria: la batalla de flores.

Pasados diez minutos de la hora anunciada, los primeros sones del pasodoble Francisco Bravo, interpretado por la Banda Municipal, animaban al multitudinario público que esperaba a los pies de la Casa de las Mariposas.

Tras la banda, 11 carrozas repletas de niños (y algún que otro progenitor) hicieron las veces de imán para los almerienses citados en las calles del centro de la ciudad: los 20.000 claveles rojiblancos listos para ser lanzados atraían a pequeños y grandes a los pies de cada carroza, ya que, a diferencia de lo que sucede en la cabalgata de Reyes, en la batalla de flores no se instalan vallas de seguridad. 

Folclore
Salpimentando el paso de las carrozas protagonizadas por los dibujos animados de ayer y hoy, desfilaban, como es ya tradición, los grupos participantes en el Festival de Folclore, que este año celebra su trigésimo primer cumpleaños.

Con el Grupo Municipal Folclórico Virgen del Mar de Almería a la cabeza, los representantes de Paraguay, Ávila o Armenia animaron al público con música y bailes. No obstante, fueron los animados ritmos del grupo senegalés y el escueto vestuario de los bailarines de Chile los que más aplausos obtuvieron.

El grupo de baile Kalesi de Roquetas de Mar y los típicos gigantes y cabezudos (que, un año más, bailaron al ritmo de la música interpretada por la charanga de  LA VOZ) también participaron en una batalla de flores en la que, para algunos, hubo más confeti que flores.