Después de una cantidad considerable de Ferias vividas y trabajadas, uno piensa que cabe poca sorpresa en los eventos que se suceden cada año. Las actividades se suceden una tras otra en un desfile de políticos, personalidades, periodistas y comunes mortales de caseta en caseta, de ambigú en ambigú y de acto oficial en acto oficial.
Una monotonía festiva que, en ocasiones, se ve interrumpida por brillantes destellos en forma, esta vez, de las relucientes sonrisas de los participantes del concurso de MiniChefs. Ya no es sólo la ilusión de un niño reflejada en una afición tan sana como es la gastronomía, o la candidez de un plato de fruta que pretende buscarse un lugar en la alta cocina; es una pasión que coge forma de una manera sublime (para su edad, claro) en plato de una factura impecable, en muchos casos.
La final de este año ha dejado un nivel digno de haberse codeado, sin desmerecer en absoluto, entre las recetas del concurso de los mayores. Lejos de ser esto una crítica a los adultos, que demostraron un conocimiento y una técnica más que notables, no se puede pasar de puntillas por la excelencia alcanzada por las creaciones de la mayoría de los MiniChefs en esta Feria de 2018.
Lejos de presionar a los participantes, la presencia de toda una estrella de la cocina infantil, Javier, de MasterChef Junior 4, resultó en un acicate ilusionante para los aspirantes. El joven cocinero dedicó palabras de ánimo para los participantes y expresó su amor por su tierra y los productos de Almería: “Siempre uso producto de aquí, porque son los mejores. Amo Almería y amo su gastronomía”.
Propuestas de nivel
Para esta finalísima, todos quisieron sorprender y mostrar sus mejores platos. Esta vez sólos frente a los fogones, mostraron un arroz con gambas, almejas y ajoblanco (Luna Bellón); un tabernero (Emily Martínez); un solomillo aderezado con vino oloroso y muselina de patata (Kike Marín); unos rollitos de primavera con arroz tres delicias (Miriam Martínez); unos calamares en salsa almeriense (María Cervilla); y una pasta carbonara con calabacín (Adriana Fernández).
A la postre, los tres vencedores, resultaron ser el vistoso solomillo de Kike, todo un estudioso de la gastronomía, Emiliy Martínez con un tabernero rebosante de tradición y, para el primer puesto, los calamares en salsa almeriense al estilo de María, valiente como para modificar una receta de tanto arraigo y que bien merecerían un hueco en la carta de cualquier bar de la ciudad.
Para mañana, un último show con los ganadores del concurso de los Chefs en casa que cerrará la Feria.
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