Cómo salvar vidas y ver la Geoda en una sola ‘Noche’

Expectación, curiosidad y diversión. Estas fueron las expresiones más repetidas en las caras de los miles de almerienses que en la tarde de ayer salieron a la calle a celebrar y arropar la ciencia. La Noche Europea de los Investigadores volvió a dejar patente la gran labor que realizan los investigadores y docentes de la Universidad de Almería, que trasladaron de una forma dinámica y curiosa algunos de sus proyectos. 

Si bien los adultos disfrutaron de una tarde muy enriquecedora, los verdaderos protagonistas del evento fueron los más pequeños. Desde aprender a hacer un torniquete para salvar vidas, hasta realizar una visita virtual por la Geoda de Pulpí. Todo les parecía “alucinante”, tal y como reconoció un grupo de niños que esperaban su turno para comprobar la composición de la sangre.

“Mis hijos nunca habían prestado tanta atención a la ciencia. A veces parece como un mundo lejano y hoy estamos disfrutando muchísimo, ya que hay talleres de todo tipo. Sinceramente, es un plan súper divertido e interesante”, reconoció Lucía Muñoz, una mamá que visitó por primera vez este evento con sus hijos. 

Salvar vidas

La Rambla Federico García Lorca acogió la mayoría de los talleres, un total de 77, repartidos entre la misma Avenida y el Mirador. Uno de los más solicitados fue el de ‘Técnicas para combatir las hemorragias’. Repartido en dos fases, los participantes podían conocer en primer lugar su grupo sanguíneo, algo desconocido para muchos y que los enfermeros mostraban en pocos segundos utilizando una sencilla muestra de sangre.

En una segunda fase, los responsables del taller mostraron con un simulador de brazo humano cómo realizar un torniquete y salvar vidas. “A todos les llama la atención y es importante que se conozca esta técnica porque en cualquier momento nos podemos ver en una situación que requiere esta técnica”, aseguró José Miguel Garrido, enfermero de Emergencias.

La Geoda

El descubrimiento geológico más importante de la provincia y que al fin, este pasado cinco de agosto, abrió para todo el público, no podía faltar en La Noche Europea de los Investigadores. Con unas gafas virtuales, los asistentes pudieron observar todos los detalles de la Geoda y además ver una colección de minerales que los investigadores llevaron hasta el estand traídos desde la propia Geoda.

Si la cita comenzó con laboratorios a pie de calle, clases para entender el cerebro, insectos comestibles y simuladores  de vehículos, entre otros, finalizó con la aprobación de todos los asistentes y con numerosas ideas para poner en marcha el año que viene, para seguir siendo una de las ciudades pioneras en la celebración de este evento.