Planes diferentes para Nochevieja, deseos para el próximo año 2019

Casi todos los almerienses que visitan estas páginas coinciden en pasar el último día del año en casa, junto a sus familiares, tomando las uvas y viendo las campanadas en la televisión. María José Martínez vive una Nochevieja especialmente divertida, en casa de sus suegros, quienes dan el aguinaldo a todos con una única condición: tienen que cantar villancicos; algunos ¡se llevan incluso violiones! para la ocasión. Mar Venzal recuerda con nostalgia la fiesta que vivía en la infancia junto a sus padres y hermanos, cuando ella y su prima hacían actuaciones y no dejaban que nadie se marchara de por los bares hasta que terminaran. Y Guadalupe Haro descorcha el cava y se come los turrones junto a su marido y sus hijos en casa de sus padres, con comida argentina en la que, por supuesto, no falta el popular mate.

María José Martínez

Abogada

María José celebra estos días junto a sus padres, su marido y sus hijos. “En Nochebuena encendemos una vela por los que ya no están y también hemos adoptado una tradición de mis suegros: el más pequeño de la casa pone al niño Jesús en el Belén, que hasta ese momento está incompleto”, señala. En Nochevieja, “este año la celebraremos en casa de mis suegros; son muy divertidas porque los dos se sientan en el sofá con dinero en unos sobres para dar el aguinaldo; pero sólo se lo dan a quienes canten un villancico. ¡Algunos llevan hasta violines o pequeños pianos para cantarlos!”. Luego, “tomamos las uvas en la casa de los tíos de mi marido, Joaquín, y nos juntamos unas treinta personas”.

Rodrigo Valero

Fotógrafo

“Voy a disfrutar en Nochevieja con mis padres y mi hijo y mi hermana y mis sobrinos. Lo bonito es disfrutar con la familia. Yo haré unos calamares en aceite. Soy muy “cocinicas”, me encanta”, comenta el fotógrafo que el próximo miércoles 27 de diciembre presenta un libro con sus retratos fotográficos en la Casa de las Mariposas.

“Siempre he vivido la Nochevieja en Almería, nunca me he ido fuera. Soy bastante tradicional”, detalla.

En cuanto a sus deseos para el próximo año lo tiene muy claro: “la salud, porque sin la salud no se tiene nada, que haya menos violencia en el mundo y, por supuesto, la ilusión, la esperanza, sin las cuales no se puede vivir”.

Guadalupe Haro

Empresaria, propietaria de la tienda Mohs

“Como todos los años cenaremos con la familia en casa de mis padres, comida típica argentina, incluido mate, por supuesto. Despediremos el año muy agradecidos por estar bien de salud, que es lo más importante. No ha sido un mal año. Todos los años hacemos lo mismo, cenamos hasta reventar, brindamos, tomamos las uvas y salimos a la calle a tirar petardos que a mis hijos y sobrinos les encanta, pero a mi perrita no tanto. Mis deseos creo que son los mismos que los de todos... que no nos falte la salud, el amor, el trabajo... Pero lo que de verdad deseo para este año es que las mujeres podamos ir solas sin temor por la calle”, zanja la empresaria nacida en Argentina y afincada en Almería.

Mar Venzal

Abogada y coach

La abogada y coach almeriense siente nostalgia cuando llega el final del año, ahora que es madre: “Cuando pienso en la Nochevieja siempre vienen a mi mente dos imágenes: la primera es de mi infancia, multitudinarias reuniones familiares en las que, tras las uvas, mi prima Aurora y yo hacíamos un “espectáculo”, y nadie se podía ir de fiesta hasta que no actuábamos...”, apunta, divertida.

“La segunda es ahora que soy madre. Me encanta después de las uvas bailar toda la familia juntos, las caras de mis hijos no tienen precio... Al año nuevo le pido salud, paz interior y sabiduría para vivir cada experiencia de manera consciente y equilibrada”.

Mar Cirugeda

Pintora

“Hace mucho años que nuestra Nochevieja es en familia, desde que nacieron mis hijos. Antes salíamos de copas después de las uvas. Ahora salen ellos”, sonríe. “Sólo pido al 2019 un poco de cordura y sensatez para que cese cualquier tipo de violencia. “Nos encanta celebrar con hermanos, cuñados, abuelos y niños. Es una noche más. Casi siempre salimos de cañas al mediodía con amigos, por lo cual a la noche estamos para el arrastre...”.

Para el año que viene, la pintora “promete dejar de fumar; el mismo uno de enero. Es la primera vez que se lo cuento a alguien. Será la primera vez que dejo de fumar después de cuarenta años de tabaquismo”, concluye.

Alejandra Abad

Gerente de Muebles Mago

La joven empresaria, nieta del fundador de Muebles Mago y actual gerente de la compañía especializada en muebles y decoración nos cuenta que “en Nochevieja, fiel a la costumbre y a la tradición ,no faltará ropa roja, un anillo de oro y algún detalle más para que la suerte me acompañe en 2019. Mis deseos además de lo clásico pero siempre querido: amor y salud, con mayúsculas. ¿Felicidad y dinero?: no voy a decir que no, cuenta, entre risas. “Mi deseo está inmerso en los proyectos personales y laborales, para que sean fructíferos y vayan bien. Que 2019 sea cómo mínimo como 2018 y de ahí ya lo que venga. Os deseo a todos un feliz año 2019 y que la economía siga creciendo”, afirma.

Ana Pérez Oteros

Psicóloga

La psicóloga y emprendedora por su labor comprometida en La Oficina, recuerda “los planes pasados, que era comer y beber con la familia y amistades y tragar todas las uvas antes de que suene la duodécima campanada. Luego, salir a darlo todo para terminar en la Colón sin tacones y la cartera vacía”.

Hoy sus planes son muy similares, salvo por un pequeño detalle: comer y beber con la familia y amistades, tragar todas las uvas antes de que suene la duodécima campanada. Luego acostar al bebé, beberme el consomé y ver algún clásico como 'El día de la Marmota'. “Mis deseos para 2019: que todas las mujeres y niñas puedan salir a la calle seguras, libres y sin miedo”.

Joaquín Navarro

Diseñador gráfico

“Los últimos años he comenzado, tras las uvas, trabajando, al haber compaginado mi profesión con la hostelería los fines de semana. Por primera vez en mucho tiempo repetiré la experiencia de comenzar el año junto al mar, en San José, donde nos volveremos a reunir un grupo de amigos de toda la vida después de las campanadas en casa de uno de ellos, recordando buenos momentos y echando unas risas hasta que el cuerpo aguante. San José es conocido por su época estival. Sin embargo, a mí me gusta mucho más en invierno, con las playas vacías y las calles con la gente que vive allí todo el año, saludándote aunque no te conozcan, y el olor a leña de las chimeneas de los chalets”, asegura.