Hoy 22 de marzo, celebramos el Día Mundial de Agua, una efeméride que afecta a toda la sociedad al tratarse de un recurso natural vital para la supervivencia tanto de las personas como de los animales y las plantas.
El agua es el principio básico de la vida, de ella proceden los seres vivos y, como origen común, debe ser también una riqueza cuya protección recaiga en todas las personas porque se trata también de un recurso escaso en muchas zonas del planeta.
Andalucía es una tierra que, por lo general, recibe pocas precipitaciones, así que siempre se ha caracterizado por la necesidad de sacar el máximo partido a este elemento natural aprovechando hasta la última gota. Tanto en el uso doméstico como en el que se realiza en actividades económicas de tanta relevancia en la Comunidad Autónoma como son la agricultura, la ganadería y la producción agroindustrial.
De hecho, el propio Estatuto de Autonomía de Andalucía recoge que debe existir una “adecuada gestión del agua”, una cuestión que incide en la necesidad de que todos los andaluces sean conscientes y consecuentes con la importancia de cuidar al máximo este recurso.En este sentido se orienta el trabajo actual de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible por la puesta en marcha de un Pacto Andaluz del Agua cuya máxima será el consenso de todos los agentes del sector y los partidos.
En este sentido, la propia consejera Carmen Crespo ha pedido altura de miras a todos los representantes que forman parte del Parlamento de Andalucía para que, independientemente de su color político, hagan lo que esté en su mano por acercar posturas para sacar adelante un pacto en el que todos los ciudadanos se juegan mucho.
Y es que el agua es un bien imprescindible para desarrollar la actividad del sector agroalimentario, que en la región supera los 10.000 empleos y aporta el 8% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad Autónoma. Y el Pacto por el Agua se presenta como un instrumento de gran relevancia y utilidad para garantizar que el agua llegue a todos hoy y mañana, pues hay que tener en cuenta la continuidad del recurso en el futuro.
La sostenibilidad es, sin duda, una cuestión indispensable para asegurar la permanencia de la actividad agraria en los campos de Andalucía y por eso mismo, los agricultores y ganaderos son los primeros interesados en llevar a cabo su labor de forma respetuosa con el medio ambiente.
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